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La infanta Elena es una gran aficionada a los toros, una pasión que comparte con su padre, el rey Juan Carlos, y que está contagiando a sus hijos. Si en ocasiones anteriores la hemos podido ver en compañía de su hija, Victoria Federica, disfrutando de una buena faena, ahora ha sido con su hijo, Felipe de Marichalar, en la plaza de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
Madre e hijo vibraron desde la barrera en una abarrotada plaza de toros con la faena de los diestros Sebastián Castella, Alberto López Simón y Cayetano Rivera. La hermana del rey Felipe, con sombrero borsalino, blazer y pantalón denim, disfrutó de esta jornada acompañada de su hijo, con camisa blanca, americana azul marino y vaqueros, que el próximo mes de julio cumplirá la mayoría de edad.
Los diestros, que lidiaron toros de la ganadería salmantina de Carlos Charro, tuvieron una gran tarde. En total se cortaron siete orejas, dos para Sebastián Castella y Cayetano Rivera, y tres para Alberto López. Una vez terminada la corrida, la infanta quiso saludar personalmente a los toreros, entre ellos a Cayetano Rivera.
El pasado mes de junio, el nieto mayor de don Juan Carlos reaparecía en su regreso a España tras haber pasado un año en Estados Unidos, también en los toros, esta vez con motivo de la corrido de la Beneficencia. Felipe se unió al palco real de la plaza de toros de Las Ventas para arropar a su abuelo que presidía esta corrida, una de las más importantes que se celebran en Madrid.
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