El último encuentro del Atlético de Madrid con el Bayer de Munich en el partido de semifinales de la Champions League, además de dar una alegría a los seguidores del equipo español con su triunfo, ha dejado una imagen para el recuerdo: el primer día de la princesa Leonor en el fútbol. La Heredera -llena de emoción y curiosidad- ha ido de la mano de su padre, el rey Felipe VI, al estadio Vicente Calderón, cumpliendo así una tradición de padres a hijos.
Fue el 11 de enero de 1976 cuando entonces el Príncipe Felipe, al que le faltaban pocas semanas para cumplir los 8 años, acudía junto a su padre, el rey Juan Carlos al estadio del histórico club a la rivera del río Manzanares. Aquel día, con motivo de la celebración del encuentro de Liga se enfrentaron el Atlético y el Real Madrid, e igual que ayer -también por uno a cero- fue el club rojiblanco el que consiguió la victoria en casa. En esa ocasión, junto al Rey y al Príncipe -que estrechó la mano de los jugadores al terminar el encuentro- acudió la reina Sofía.
Viendo estas dos imágenes, a las que separan cuarenta años, no cabe duda de que el mejor embajador del deporte español y nuestro abanderado en los Juegos Olímpicos celebrados en Barcelona en el año 92, se está encargando de contagiar a su hija el mismo amor por el deporte. Junto a la reina Letizia, el Rey ha sido el mejor apoyo de la selección nacional de fútbol, vibrando con el gol de Iniesta que llevó a España a la victoria en el Mundial de Sudáfrica; se ha declarado el fan número uno de nuestra selección de baloncesto, asegurando que le encantaría poder ir a más encuentro aunque la agenda oficial no siempre lo permite, y ha sido testigo de las lágrimas de Rafael Nadal al ganar su octavo Roland Garros.
El rey Felipe, un fan más de la selección de baloncesto en su reaparición tras sus vacaciones
El príncipe Felipe, testigo de las lágrimas de Rafa Nadal tras ganar su octavo Roland Garros
Padre e hija ocuparon su lugar Enrique Cerezo, presidente del Atlético de Madrid, Vicente del Bosque, seleccionador nacional y uno de los jugadores que en ese frío encuentro de enero del 76 se batió en el césped como jugador de las filas del Real Madrid, junto a otros históricos como Camacho o Pirri.