Últimas confidencias del rey Juan Carlos a Laurence Debray
Justo antes de su abdicación, aceptó responder ante las cámaras las preguntas de su biógrafa y comentar la película de su vida en un ejercicio de sinceridad sin igual
La primera impresión cuenta, pero la última es la definitiva. Laurence Debray, autora de la biografía más actual de don Juan Carlos, obtuvo en el preludio de la abdicación sus últimas impresiones como Rey en una entrevista para el documental histórico Moi, Juan Carlos, roi d’Espagne (Yo, Juan Carlos, Rey de España), que este lunes 15 de febrero se emitirá en horario de máxima audiencia en la cadena France 3. El soberano aceptó responder ante las cámaras a sus preguntas y, “en un ejercicio de sinceridad sin igual, comentar la película de su vida”: “Le pusimos un montaje de archivos en la televisión de su despacho para hacer resurgir los recuerdos, las anécdotas, la emoción intacta, y que hablara de todos esos momentos cruciales. Era la idea y se prestó al juego. Yo tenía el mando a distancia”, refiere a Point de vue.
En esa pantalla de televisión, en la intimidad del despacho, se suceden las imágenes de los atentados, después de las manifestaciones populares contra ETA. La cámara enfoca al rey Juan Carlos contemplando con el rostro desencajado aquellas horas sombrías. “¿Mis peores recuerdos, mis peores momentos? Hay muchos. Pero para ser sincero, yo diría que tuve 800 malos momentos: las más de 800 víctimas del terrorismo. Me siento muy solidarizado con ellos”. Don Juan Carlos no puede evitar conmoverse, y llora. La emoción recorre la cinta de principio a fin, pero este es uno de los fragmentos preferidos de Laurence Debray, con la que HOLA.com ha hablado de esas últimas confidencias de un rey a meses de firmar su reinado.
-¿Qué le impulsó a querer descubrir tan a fondo al rey Juan Carlos?
Mi interés por la figura de Juan Carlos nació cuando yo era muy joven. Mi padre era consejero de Mitterrand y conocía muy bien el poder del jefe del Estado francés. Me di cuenta muy joven que Mitterrand gobernaba desde arriba y que el rey Juan Carlos reinaba con la gente, muy cercano al pueblo.
-Aquella fascinación desembocó en la biografía que escribió. ¿Cuál fue su primera impresión del rey Juan Carlos a través del trabajo de investigación y de hemeroteca?
Intenté descubrir al hombre detrás del Jefe del Estado. Me impactó que fue un hombre muy solo. Y que, pese al gran éxito político, nunca fue un hombre de poder. No hizo todo lo que hizo para amarrarse al poder. Él me ha dicho muchas veces: “Yo no entiendo qué ve la gente en el poder”.
-Luego, llegó la grabación de este documental. ¿Cómo fue su encuentro?
Como todo el mundo sabe el rey Juan Carlos es un hombre muy directo, muy cordial, muy simpático. En seguida empezó a hablarme en francés, tiene un francés magnífico porque fue su primera lengua, pero la entrevista la hicimos en español. Es una persona con la que en seguida te sientes a gusto, pero muy honesta. Dice lo que quiere y lo que no quiere no lo dice. Durante dos tardes fuimos a la Zarzuela. Tres camaras, el director de la película, Miguel Courtois, y yo. Él quiso que fuera una conversación bastante íntima. Don Juan Carlos había pasado recientemente varias veces por el quirófano y tenía que hacer mucha rehabilitación por la mañana, porque padecía mucho de la cadera, pero nunca se quejó. Y al final del segundo día, cuando ya habíamos acabado, nos propuso a mí y al equipo técnico salir a comer con él unas tapas y beber un buen vino para festejar el fin del rodaje.
-Aunque nadie lo sabía, estaba próxima su despedida. ¿Cuál fue esa última impresión de don Juan Carlos como Rey?
Un hombre muy humilde. Siempre justifica lo que él logró, porque tuvo mucha suerte, porque tuvo muy buenos consejeros como Adolfo Suárez, porque… Nunca se realza. Pero lo que el rey Juan Carlos hizo con España fue casi un milagro, como nos dijo Alfonso Guerra. La cita literal era que si él "fuese creyente, diría que fue un milagro". Y es que consiguió ser un rey democratizador -dos conceptos que pueden resultar si se quiere antagónicos- y lo hizo sin que mediara ni una guerra, ni un periodo de tiempo demasiado largo como se pensaba. Zanjó 40 años de dictadura y de anacronismo con toda Europa en un breve proceso pacífico.
-Para completar el retrato de don Juan Carlos, participaron en el documental Alfonso Guerra, Alfredo Pérez Rubalcaca, el premio Nobel Mario Vargas Llosa, la infanta Pilar...
Sí, tuvimos una gran suerte de contar con sus valiosos testimonios. Con la ironía fina de Alfonso Guerra; con la excepcional visión cultural y social de los 60 de Mario Vargas Llosa, un extranjero en aquellos años muy cercano a España; con las memorias familiares de la infanta Pilar. Porque el rey Juan Carlos es un hombre de familia. Quiso muchísimo a sus padres y a sus hermanos y, a pesar de que se educó apartado, solo en España, siempre contó con ese apoyo que fue tan importante para él. Fue muy feliz durante su infancia en Estoril. Tiene muy buenos recuerdos de aquellos años y, sobre todo, de los platos de su madre.
-En aquellos días de conversaciones con el rey Juan Carlos, en los que se fraguaba la abdicación, el recuerdo a su padre sería especialmente emotivo.
Me dijo que don Juan fue su mejor amigo y su mejor consejero. Fue quien le inculcó el sentido de la democracia, de España, del deber. El sabe que se sacrificó por el bien de España. Cuando el rey Juan Carlos visionaba la ceremonia en la que su padre aceptaba públicamente entregarle sus derechos dinásticos, lamentó, con mucho sentimiento, no haber dado más importancia a este acto.
-¿Se esperaba el anuncio de abdicación?
Para mí fue una gran sorpresa la abdicación como para todo el mundo. Pero es cierto que durante la larga entrevista que tuve con el rey Juan Carlos, repitió una y otra vez que no le gustaba el poder y que no entendía a la gente que se amarraba a él. No pensó en sí mismo, pensó en España. Creo que el suyo fue un gran gesto de generosidad.
UNA MIRADA A LA VIDA DE UN REY QUE LO DIO TODO POR ESPAÑA
-Era un gran gesto de amor de padre a hijo también.
Sí. Tuve la suerte de entrevistar a don Felipe sobre la relación con su padre una semana antes de la abdicación para el documental. Les vi a los dos juntos y me impresionó esa complicidad que existía entre ambos y ese respeto. Don Felipe ayudaba a su padre caminar sin su bastón, y se miraban, se reían, se entendían solo con mirarse. Lo vi desde lejos. Ellos estaban en el jardín de la Zarzuela, yo estaba dentro. Para mí fue un momento importante porque nunca los había visto de manera relajada, fuera del protocolo, solo los dos solos como un padre y un hijo con un vínculo tan fuerte.
-Había plena confianza del Rey en su Heredero.
Don Juan Carlos admira al rey Felipe y presume con orgullo de su formación.
-¿Se extiende esa buena relación a doña Letizia?
De eso exactamente no hablamos. Pero nos vimos después de la proclamación de don Felipe y le felicité por la manera en que se comportaron sus nietas la princesa Leonor y la infanta Sofía durante la larga ceremonia y me dijo: "Letizia es muy buena madre".
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