Diez años no se cumplen todos los días y para la Princesa Leonor este aniversario, el próximo 31 de octubre, va a ser especial. Tras un periodo de cambios y grandes citas -como ha sido su Primera Comunión o la celebración de los primeros Premios Princesa de Asturias- su padre, Felipe VI le concede a través de un Real Decreto, aprobado este viernes en el Consejo de Ministros el Collar del Toisón de Oro, la más alta distinción de la Corona española.
La incorporación de la Princesa de Asturias a la Orden del Toisón significa un elemento de tradición, continuidad e institucionalización en la figura de la Princesa de Asturias como Heredera de la Corona. Una distinción que don Felipe recibió del rey Juan Carlos con trece años, convirtiéndose entonces en uno de los caballeros más jóvenes del Toisón de Oro de la historia moderna, como ahora lo es la princesa Leonor.
“Siguiendo la tradición de la Monarquía española y para dar testimonio de Mi cariño a Mi amado hijo Felipe, Príncipe de Asturias y Heredero de la Corona, oído el Consejo de Ministros, vengo a nombrarle Caballero de la Insigne Orden del Toisón de Oro”, estas fueron las palabras de don Juan Carlos cuando le otorgó la distinción al entonces príncipe Felipe el 3 de mayo de 1981. Desde entonces el Toisón o Vellocino ha acompañado a Felipe VI en los momentos más importantes de su vida, como lucirá desde ahora la princesa Leonor.
Así mismo, y también a través de un Real Decreto, se ha aprobado la creación del Guión y Estandarte de Su Alteza Real la Princesa de Asturias, que regulará su uso en los espacios y lugares públicos presididos por la Princesa de Asturias, similar al que en su día lo reguló respecto al Príncipe de Asturias.
Así nació el Toisón de Oro
El Toisón nació en Brujas, en 1429, una época de gran esplendor para la Casa de Borgoña, de manos de Felipe III el Bueno, Duque de Borgoña y Conde de Flandes, que lo instituyó, el día de su boda con Isabel de Portugal, como Orden de Caballería destinada a servir a la Iglesia y a la fe cristiana. Su símbolo característico es el vellocino de oro, representativo al mismo tiempo del espíritu aventurero de los portugueses y de la riqueza lanar de Borgoña.
El Duque gestionó, primero, y consiguió, finalmente, que el pontífice Eugenio IV aprobara la Orden, ocasión que aprovechó para modificar también sus Estatutos –aumentar sus miembros hasta 31, entre otras variaciones-, en los que se establece que el Maestrazgo de la Orden queda vinculado, con sus bienes propios, a la familia de Borgoña y no al ducado (territorio).
Así, por ser heredero de los duques de Borgoña, la soberanía de esta condecoración recayó, tras cinco siglos de historia, en el Rey de España. Era tradición de la Familia Real española que los infantes lo recibieran en el bautizo, pero ya durante el reinado de Alfonso XIII cambió esta costumbre. Desde entonces, los soberanos otorgan la condecoración cuando lo estiman oportuno.
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El Toisón de oro es la más alta distinción que puede ser otorgada por el Rey de España, desde 1985 se concede también a las mujeres y a destacadas personalidades que han prestado relevantes servicios a la Corona. Está creado en oro esmaltado y lisado por el centro. Eslabón y pedernal formaban parte de las armas del Fundador de la Orden, con el lema "Ante ferit quam flamma micet" (Hiere antes de que se vea la llama).
Entre los que han sido distinguidos con el Vellocinio se encuentran el expresidente Adolfo Suárez, Javier Solana, Nicolas Sarkozy, Víctor García de la Concha, Torcuato Fernández Miranda, José María Pemán, el infante Carlos de Borbón dos Sicilias, el marqués de Mondéjar, el anterior duque de Alburquerque, el rey de Suecia, Margarita de Dinamarca, Beatriz de Holanda, Constantino de Grecia, Akihito de Japón, Isabel II de Inglaterra, Alberto de Bélgica, Simeón de Bulgaria, el rey de Tailandia, el duque Juan de Luxemburgo, el gran duque Enrique y el rey de Arabia Saudí. Grandes entre los grandes y reyes de reyes.