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De nuevo, fueron los grandes protagonistas de la noche. La pareja del momento, de la que todo el mundo habla y que acapara los flashes allá a donde va. Después de conquistar la Gran Manzana con la gran fiesta de Porcelanosa, que fue su presentación al mundo 'oficial', Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa hicieron su segunda presentación importante desde que se confirmó su relación en la inauguración de la nueva temporada del Teatro Real y ante la presencia de los reyes Felipe y Letizia.
Sin embargo, en esta ocasión se intercambiaron los papeles. Mientras que en Nueva York fue Isabel la gran anfitriona de la noche y Mario asistió en calidad de acompañante, en este caso fue el premio Nobel el que acudió como invitado (es vocal del Patronato y Presidente del Consejo Asesor del Teatro Real) y ella fue su pareja en esta noche tan especial.
Muy sonrientes y cómplices, llegaron caminando y cogidos de la mano. Mario hizo un gran esfuerzo por no perderse esta cita tan especial para el coliseo madrileño, ya que después puso rumbo a Estados Unidos, donde a finales de esta semana dará la primera clase del curso que impartirá en la Universidad de Princeton. Además, el escritor está muy afectado tras el fallecimiento de su editora, la prestigiosa agente literaria Carmen Balcells. Un gesto por rendirle su particular homenaje y reconociendo lo mucho que ha significado para Mario, podría ser el motivo por el que Isabel se decantó por el riguroso negro en esta ocasión.
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Balcells representó a más de 300 escritores de habla hispana y portuguesa y a las más prestigiosas editoriales en los países latinos. Además de Vargas Llosa, en su nómina figuran los máximos exponentes del 'boom' latinoamericano, como Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes o varios premios Nobel, como el propio García Márquez, Pablo Neruda, Vicente Aleixandre, Miguel Angel Asturias o Camilo José Cela.
Isabel y Mario no eligieron una cita cualquiera, sino que se presentaron como pareja en Madrid ante la presencia de los Reyes. Don Felipe y doña Letizia fueron los encargados de presidir esta velada tan especial en la que, al igual que el resto de invitados, disfrutaron de la ópera Roberto Devereux, de Gaetano Donizetti, una pieza sobre Isabel I de Inglaterrra y la corte de los Tudor, en un montaje de la Welsh National Opera.
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Los Reyes accedieron al palco de honor de la sala principal, el público, puesto en pie, les acogió con un caluroso y sonoro aplauso, para después escuchar en silencio la interpretación del himno nacional a cargo de la orquesta. Para esta ocasión, doña Letizia se decantó por total-look negro, combinando un sobrio vestido negro asimétrico (con el que ya le habíamos visto anteriormente) que combinó con unos zapatos de salón a juego y elegantes pendientes. En cuanto al peinado, la Reina volvió a apostar por los postizos, pero en esta ocasión con un moño bajo con la raya a un lado.
Hasta el Teatro Real también se acercó Tamara Falcó, hija de Isabel, quien coincidió con su padre, Carlos Falcó. De esta gran noche lírica también disfrutaron el Duque de Alba, que llegó junto a su hijo Carlos; la bailaora Cecilia Gómez que acudió junto a su pareja, el empresario Emiliano Suárez, con el que está disfrutando de una etapa muy feliz en su vida; el periodista Pedro J. Ramírez y su esposa, la diseñadora Ágatha Ruiz de la Prada.
En el inicio de esta temporada, también estuvieron Blanca Suelves, la modelo y colaboradora de ¡HOLA! Fashion Eugenia Silva, que en esta ocasión acudió sin su pareja, Alfonso de Borbón; Nuria González y su hermana Yolanda; el productor José Luis Moreno; Esperanza Aguirre; Antonio Resines, presidente de la Academia de Cine y el periodista Luis María Anson, entre otros muchos.
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