El Rey disfrutó este domingo de la final de la Euroliga de baloncesto en el Palacio de los Deportes, hasta donde se desplazó para animar como un hincha más al Real Madrid, que se jugaba título más codiciado de dicho deporte ante el Olympiacos griego. El monarca volvió a ser talismán y a traer fortuna al equipo madrileño, ya que es el segundo título que gana esta temporada -el primero fue la Copa del Rey- ante la atenta mirada de Felipe VI desde el palco.
El monarca, que llevaba americana beige y corbata en tonos rosas con detalles azules, se sentó al lado del presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, en la misma fila que la alcaldesa de la capital, Ana Botella, y una fila más arriba del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y su hija. También en las gradas pudimos ver a la periodista Inés Ballester con su marido, al entrenador Sergio Scariolo con su pareja, la jugadora de baloncesto Blanca Ares Torres, y a Helen Lindes, que siguió el encuentro junto a los padres y la hermana de su prometido, Rudy Fernández, y luciendo una camiseta con el número cinco del jugador balear. Nada más acabar el partido, la modelo bajó a la pista y se fundió en un apasionado beso con su futuro marido.
Don Felipe sufrió como un hincha más, gesticulando y apoyando constantemente al equipo blanco, que consiguió ganar su novena Euroliga en la Final Four disputada en la capital española, tras dos derrotas consecutivas en los dos últimos años. Han tenido que pasar dos décadas para que los madridistas puedan levantar de nuevo el trofeo, que ganaron por última vez en 1995.
Tras la victoria del Real Madrid, el soberano vivió con sus jugadores las celebraciones en plena cancha del Barclaycard Center. Una de las imágenes más tiernas y emotivas de la noche la protagonizaron al término del partido el monarca y el capitán, Felipe Reyes. El Rey le entregó la copa de campeones de Europa mientras el jugador sostenía a su hija en brazos.
Pero Felipe Reyes no fue el único que recibió las felicitaciones de su familia en la pista. Otros jugadores del equipo ganador también lo celebraron con sus hijos tras un encuentro que fue televisado a más de doscientos países y con el que el Real Madrid agrandó su leyenda. Sergio Rodríguez 'Chacho' se metió una pelota en la camiseta y saludó a su mujer, Ana Bernal, con la que espera su primer hijo.