Los grandes propósitos de Francia y España han recibido un fuertes revés: la terrible noticia del avión estrellado en los Alpes. La tragedia que se producía pocos minutos antes de la llegada de don Felipe y doña Letizia a París, en donde tenían programada la primera gran visita de Estado de su reinado. Dada la gravedad de los acontecimientos, los soberanos han decidido suspender el viaje oficial y trasladarse al Centro de Crisis creado en el Ministerio de Asuntos Exteriories francés, desde donde han recibido información sobre las tareas de investigación y el rescate de los restos del avión en el que viajaban 150 personas, 45 de ellos españoles.
En la reunión de crisis han estado presentes el Presidente de la República, François Hollande; el Primer Ministro, Manuel Valls, y el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, además una veintena de directores generales y altos responsables de los servicios de Gendarmería, Policía Nacional y Protección Civil de Francia. Según informa el Palacio de la Zarzuela, "el encuentro ha durado unos 40 minutos", tras los cuales los soberanos "regresarán en breve a Madrid".
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Durante el tiempo que han permanecido en el Centro de Crisis, los Reyes han podido ver algunas imágenes en directo y recibir información de última hora desde el lugar del accidente aéreo, así como conocer todas las labores que están llevando a cabo. Don Felipe ha querido agradecer a Francia "su ejemplo de rapidez y eficacia" a la vez que ha transmitido sus condolencias al Presidente de Alemania, Joachim Gauck.
Unas palabras que se suman a un dolor que el monarca ya transmitió a mediodía cuando en una comparecencia conjunta con el Presidente, en la puerta del Palacio del Elíseo, declaró: "Quisiéramos la Reina, el Presidente, el Ministro y yo mismo expresar nuesras condolencias más sinceras, de todo corazón, a las familas que han perdido a sus seres queridos en este día".
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Durante esa intervención, don Felipe y el presidente galo anunciaron que el viaje quedaba cancelado a la espera de "encontrar fechas futuras" para retomar una visita en la que ambos países habían depositado "mucho trabajo y mucha ilusión".
Tras una ceremonia de despedida con honores celebrada en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, los Reyes emprendieron su viaje a París para iniciar un ambicioso programa oficial de la que iba a ser la primera gran visita de Estado de su reinado. Pero, tendrá que esperar.
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Ambos países se habían implicado al máximo en la concepción de este viaje oficial del más alto nivel, pero la fatalidad se ha impuesto a la organización milimétrica. Pocos minutos antes de la llegada de don Felipe y doña Letizia se ha producido el dramático accidente, con un elevado número de víctimas españolas en territorio francés, motivo por el que se ha cancelado la visita dos horas después de que diera comienzo.
El Primer Ministro de Francia, Manuel Valls, y la comitiva de recibimiento se enteraron del suceso mientras esperaban a los Reyes en el aeropuerto de París-Orly. Tras unos minutos de retraso, en los que el Primer Ministro explicó al monarca lo ocurrido, la visita comenzó con todos los honores previstos en unas circunstancias especialmente duras debido a la tragedia.
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Los Reyes, que iniciaban su primera visita de Estado conjuntados en azul -don Felipe vistió abrigo y corbata a tono con el vestido en tweed y la chaqueta de crepé de Varela que lucía doña Letizia-, fueron recibidos con la tradicional ceremonia oficial de bienvenida en el Palacio de los Inválidos, que incluyó la revista de tropas y el desfile militar en el patio de armas. Desde allí se trasladaron al Palacio del Elíseo en un automóvil escoltado por 126 caballos y 28 motos para reunirse con el Presidente de Francia, que les les trasladó sus condolencias. El encuentro entre el monarca y el presidente François Hollande duró una hora y estuvo marcado por el accidente de avión.
Los Reyes iban a inaugurar este martes la exposición de Velázquez en el Grand Palais y también tenían programado asistir a una cena de gala junto al presidente François Hollande y cientos de invitados más en el Palacio del Elíseo. Don Felipe también iba a dirigirse a la Asamblea Nacional, un honor reservado en contadas ocasiones a un extranjero. Todos los actos han sido cancelados, pero los Reyes no han querido emprender el regreso a España sin recabar toda la información posible de en el Centro de Crisis francés.
Desde muchos ámbitos se ha querido transmitir las condolencias al pueblo español, también desde otras casas reales, como el príncipe Alberto II que ha escrito al Rey para tal fin: "En nombre del pueblo de Mónaco, de mi familia y de mi mismo, queríamos expresarle a usted y los familiares de las víctimas nuestro sentimiento de profundo dolor y tristeza por lo ocurrido".
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