Los Duques de Palma comienzan el año con una buena noticia: la próspera negociación de la venta de su residencia en el barrio barcelonés de Pedralbes. La infanta Cristina y su marido ultiman la transacción con un comprador.
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Las partes alcanzaron al parecer un principio de acuerdo en diciembre que cifra el precio de la propiedad de los Duques en más de 6 millones de euros. El despacho que se encarga de la defensa de la Infanta niega haber intervenido en la operación como se había dicho esta mañana en varios medios de comunicación: "No es verdad, en los temas económicos de la pareja no intervenimos", declaró el abogado Miquel Roca.
La vía natural para consolidar ahora el acuerdo es solicitar la autorización del juez de Palma José Castro, instructor del caso Nóos, ya que el inmueble fue embargado en lo que respecta al 50 por ciento de Urdangarin por no haber pagado en su día la fianza de responsabilidad civil de seis millones de euros que se le impuso, aunque este aval no es imprescindible y se podría vender igualmente. Jesús Silva, otro de los abogados del gabinete, aclara que en el caso de producirse la venta no sería necesario pedir autorizacion al juez Castro, aunque sería recomendable hacerlo: "Cuando se trata de un bien sujeto a una actuacion judicial, en principio no creo que sea imprescincible, pero sí razonable que se solicite el visto bueno al juez".
La residencia de Pedralbes se puso a la venta en septiembre de 2013 en el portal inmobiliario Barcelona Rent, que se encargaba de buscar comprador en el mercado ruso. Por primera vez pudimos ver gracias al anuncio el interior de la casa que los Duques de Palma adquirieron en su día por alrededor de 6 millones de euros, sin contar los tres millones que invirtieron en la reforma.
La inmobiliaria presentaba la residencia como "una villa de lujo en la zona más exclusiva de Barcelona", con una superficie edificada de alrededor 1.000 metros cuadrados en una finca de 2.200 metros cuadrados, y destacaba también la excepcional ubicación de la casa en una zona "tranquila y privilegiada" con "panorámicas vistas de toda la ciudad" y que "permite la máxima confidencialidad".
Las imágenes mostraban las amplias estancias con diseño moderno y las mejores calidades y acabados de esta vivienda que consta de 3 plantas con ascensor, 7 habitaciones, 10 baños, instalaciones para invitados, un salón de 120 metros cuadrados, chimenea, bodega, barbacoa y una piscina de agua salada. Más un jardín de 1.300 metros cuadrados.
El anuncio indicaba finalmente que el precio era negociable y, como es lo habitual, que "todos los costes asociados a la compra del inmueble, gastos notariales y registrales e IVA correrán a cargo del comprador" y que "los gastos, incluido comisiones, de acuerdo a la legislación española, los costeará el vendedor".