El rey Juan Carlos ha vuelto a la vida pública. Y es que don Juan Carlos, que se ha mantenido en un discreto segundo plano dejando todo el protagonismo a su hijo, hoy Rey de España, y a la esposa de éste, la reina Letizia, asistió anoche a su primer acto oficial en nuestro país desde la proclamación de Felipe VI el pasado 19 de junio para recoger el galardón Reconocimiento a la Integración Iberoamericana, con el que le ha distinguido el Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), que celebra estos días en Madrid su XXV Asamblea Plenaria.
Don Juan Carlos fue recibido por los Ministros de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y la Ministra de Fomento, Ana Pastor, así como la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a su llegada a la cena conmemorativa, que reunió en el Palacio de Cibeles a más de doscientos presidentes de empresas iberoamericanas. Una vez en el interior, el rey Juan Carlos fue saludando a los distintos empresarios, entre ellos al mexicano Ernesto Manrique, pareja de la que fuese esposa de José Bono, Ana María Rodríguez, que también disfrutó de la velada junto a Samantha Vallejo Nágera, hermana de Nicolás Vallejo Nágera y juez en el concurso de televisión MasterChef.
Don Juan Carlos pronunció su primer discurso en España -tras sus palabras en Colombia- desde que firmó la abdicación, el pasado 18 de junio, para agradecer el reconocimiento de destacados empresarios de Latinoamérica, España y Portugal a su trabajo en defensa de la integración iberoamericana. El rey Juan Carlos garantizó a los empresarios iberoamericanos que seguirán contando con todo su apoyo y se ha mostrado orgulloso de que su hijo, don Felipe, sea el encargado de "seguir promoviendo al más alto nivel" las relaciones de España con las "naciones hermanas" de esta "Comunidad Histórica".
"Durante mi reinado, siempre tuve como un objetivo prioritario contribuir con todas mis fuerzas a la afirmación de la Comunidad Iberoamericana y al estrechamiento de las relaciones de España con todas las naciones hermanas", ha recordado, antes de subrayar: "Una Comunidad que hunde sus raíces en siglos de historia y que todos tenemos el deber de mantener y reforzar siempre".
Tras elogiar la labor de CEAL en favor de un espacio empresarial iberoamericano que ayude a "crear riqueza, generar empleo y apoyar los esfuerzos de integración", don Juan Carlos valoró los "altos niveles de excelencia" que han logrado "muchas empresas españolas" al proyectarse hacia las economías de estos países y contribuir "a su crecimiento y al mayor progreso de sus sociedades". Ante cerca de 400 empresarios españoles y de países iberoamericanos, el rey Juan Carlos reafirmó su compromiso con esta comunidad de naciones y concluyó así su intervención: "Sabéis que contáis y podréis seguir contando con todo mi apoyo".
El discurso de anoche era el segundo que pronunciaba don Juan Carlos desde su abdicación, tras sus palabras del 6 de agosto en Bogotá -en representación de España en la toma de posesión del Presidente colombiano, Juan Manuel Santos-, y el homenaje de los empresarios iberoamericanos de CEAL se producía dos días después del que le dispensó la cúpula militar durante un almuerzo con el que quisieron reconocer sus casi 39 años de servicio como capitán general de los Ejércitos y su cercanía a las Fuerzas Armadas.
Los españoles César Alierta (Telefónica), Esther Alcocer (FCC), Antonio Huertas (Mapfre) y José Luis Bonet (Freixenet) figuraban entre los empresarios que acogieron anoche con un fuerte aplauso, puestos en pie, la intervención de don Juan Carlos en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid, donde se le pudo ver animado y con buen aspecto. El titular de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, renunció a leer el discurso que llevaba escrito para improvisar unas palabras en las que elogió el "reinado glorioso" de don Juan Carlos, a quien definió como "el mejor embajador de la Marca España".
El rey Juan Carlos "ha encarnado la paz, la concordia, el encuentro con el mundo" y, al igual que durante la Transición muchos se proclamaban "juancarlistas", hoy los españoles pueden decir "soy felipista" porque el padre del actual Rey "ha dejado en buenas manos una España mucho mejor" de la que recibió, ha argumentado García-Margallo, convencido de que don Felipe la mejorará aún más.