Los Reyes Felipe y Letizia, recibidos con todos los honores en Marruecos
Felipe VI y doña Letizia han iniciado este lunes una visita oficial de dos días a Marruecos, país aliado y con fuertes vínculos económicos y de buena vecindad con España, a la que se suma la tradicional amistad que ha unido durante décadas a las familias reales de ambos países. Los Reyes fueron recibidos con los más altos honores por parte de la monarquía marroquí. El rey Mohamed VI, que fue a buscarlos hasta el mismo aeropuerto acompañado por su esposa, Lalla Salma, y todos sus hermanos, Mulay Rachid y Lalla Mariam, Lalla Hasna y Lalla Asma, les esperaba al pie de la escalerilla del avión y nada más bajar besó a don Felipe en las mejillas, a la usanza árabe, mientras que saludó a doña Letizia con la mano y una inclinación de cabeza. Desde el primer momento en el que pisaron suelo marroquí quedó demostrada la buena relación que mantienen ambas monarquías y la complicidad y cercanía reinaron por encima de todas las cosas.
Tras el caluroso recibimiento, se trasladaron a la Plaza del Méchouar donde se encuentra el Palacio Real de Rabat. En el Salón del Trono tuvo lugar el encuentro entre los Reyes y Mohamed VI y la princesa Lalla Salma, tras el cual Mohamed VI hizo entrega a Don Felipe y doña Letizia del Collar “Wissam Al Mohammadi”, la más alta distinción que concede el Reino de Marruecos. La primera jornada de los soberanos en Marruecos concluyó con un "iftar" (como se conoce al desayuno en el mes de Ramadán) oficial en el que estuvieron acompañados por cientos de invitados y que sirvió a los reyes españoles para vivir de primera mano una experiencia religiosa a la par que gastronómica. Los espectaculares y llamativos vestidos y peinados de las invitadas acapararon todas las miradas. La ocasión lo merecía y lucieron sus mejores galas adornadas con joyas dignas de princesas. Eso sí, todos esperaban a la reina Letizia, que causó sensación y derrochó elegancia con un look impecable en el que combinó una blusa en georgette de seda blanca y falda larga bordada metal plata de Felipe Varela, y un romántico recogido.