Con su familia y en privado, la forma preferida del Rey de celebrar sus cumpleaños
A lo largo de estos 75 años, sólo ha hecho dos excepciones: cuando en 1998 viajó a Bosnia para festejarlo con las tropas allí desplazadas, y al soplar las 70 velas, que decidió organizar una recepción en el palacio de El Pardo
"He querido ser Rey de todos los españoles". Emocionado pero muy feliz, don Juan Carlos se dirigió con estas palabras a los más de 460 invitados que se reunieron en el palacio de El Pardo en enero de 2008 para homenajearle en su 70º cumpleaños. Se trataba de la primera vez que el monarca español quiso hacer una celebración oficial de esta fecha tan señalada y, como no podía ser de otra forma, además de numerosas autoridades, ex altos cargos, presidentes de las Comunidades Autónomas y representantes de los tres ejércitos, estuvo arropado por su familia, la reina Sofía, los Príncipes de Asturias, la duquesa de Lugo, los duques de Palma y las infantas Pilar y Margarita.
La cena de gala, que tuvo lugar en el patio de los Austrias, nos dejó uno de los momentos más emotivos en la vida del Rey y su hijo. Fuera de protocolo y antes de que el monarca pronunciara su discurso, el Príncipe Felipe tomó la palabra para darle las gracias a su padre por su "permanente ejemplo de vida intensa entregada al servicio de la nación". "Gracias, querido Patrón. Ese es el legado que vas conformando día a día y que se convierte sin duda alguna en "carta de navegación" fiable para que los que te seguimos en la vida y damos continuidad a tu vocación, para los que te admiramos y te queremos", confesó don Felipe.
Hubo dos versiones en cuanto a la génesis de esta celebración. La oficial decía que fue el Rey el impulsor de esta reunión, mientras que la extraoficial aseguró que se resistía a hacer de esta fecha un acto extraordinario y que fue a remolque de las numerosas peticiones que le hacían cuando finalmente accedió a organizar una cena en la que, no obstante, trató de que sus setenta años quedaran en segundo plano, dando la relevancia a los logros obtenidos por la sociedad en sus treinta y dos de reinado. Y es que los que conocen bien a don Juan Carlos saben que no es amigo de grandilocuencias. De hecho, no hay más que echar un vistazo a las otras Cortes europeas para ver los grandes contrastes. Mientras que otros monarcas organizan grandes fastos que duran incluso semanas, don Juan Carlos ni siquiera pretendía organizar esta
sencilla fiesta.
De hecho, en su tendencia a celebrar sólo las fechas 'redondas', fue precisamente cuando cumplió 60 años, cuando decidió hacer algo diferente y puso rumbo a Bosnia-Herzegovina para compartir este día tan señalado con las tropas allí desplazadas. Y es que la forma preferida de don Juan Carlos para soplar las velas ha sido siempre en la intimidad y rodeado de los suyos. Sin duda, para hacerlo con los que más quiere y viviendo momentos únicos e inolvidables de los que sólo ellos son testigo y que quedan para el álbum familiar de recuerdos. Eso sí, al día siguiente de celebrar su aniversario, el monarca cumple rigurosamente con el primer acto de su agenda oficial del nuevo año: la tradicional Pascua Militar en el Palacio Real que marca el inicio del nuevo curso.