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Preparados, listos... ¡foto! Los cuatro hijos de los príncipes, Christian, Isabella, Vincent y Josephine, se lo pasaron en grande en la nieve. Eso sí, tan conjuntados como siempre, la familia al completo lució abrigos de plumas, gorritos y guantes para hacer frente a las bajas temperaturas de los Alpes suizos.

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Los mellizos de los herederos daneses se convirtieron en los grandes protagonistas de esta jornada de nieve en familia y es que se trata del primer año que Federico y Mary disfrutan de sus tradicionales vacaciones en los Alpes suizos en compañía de sus cuatro hijos.
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Mientras media Europa se congela debido a la ola de frío polar, los herederos daneses están disfrutando de sus tradicionales vacaciones de invierno en Verbier, su destino habitual en esta época desde hace años.
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Verbier es el destino habitual de la vacaciones de invierno de los príncipes desde hace años. Al principio, solían vivir en el chalé de su amigo Peter Warnøe, pero en los últimos años, debido a que la familia ha crecido, han alquilado otro chalé para ellos solos.
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La princesa Mary se tumbó en la nieve con el pequeño príncipe Vincent, que lucía un abrigo de plumas de color marrón y un gorrito para protegerse de las bajas temperaturas, para que jugara y se divirtera con sus hermanos.
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Los hijos mayores de los príncipes, Christian, de seis años, e Isabella, que el próximo mes de abril cumplirá cinco añitos, estuvieron muy pendientes de sus hermanos pequeños y no dejaron de jugar con ellos en la nieve. Sin duda, los herederos daneses pueden estar muy orgullosos de la familia que han formado. "Me encuentro en un período maravilloso de mi vida. Con 40 años sabes simplemente de qué va la vida. Se trata de estar aquí y ahora, pero me alegro de continuar con mi viaje por el tiempo", confesó Mary durante su entrevista con motivo de su cumpleaños.
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"¡Qué fría está la nieve!", parecían decir los príncipes Vincent y Josephine. Una vez más, los hijos pequeños de los herederos daneses se portaron muy bien y nos regalaron sus imágenes invernales más entrañables. "No podemos ser más felices. Es un milagro doble", fueron las primeras palabras de un emocionado Federico de Dinamarca cuando los mellizos vinieron al mundo en enero de 2011.

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