Día señalado para la Casa Real danesa por el 85 cumpleaños de la reina Margarita, una jornada de grandes emociones para ella y sus seres queridos que quedaron perfectamente reflejadas durante la celebración de esta fecha inolvidable. Relajada y muy sonriente, gozando de una aparente salud de hierro pese a la edad, la madre de Federico X era la protagonista indiscutible de un acontecimiento que tuvo diferentes festejos durante todo el miércoles.
Para empezar, la institución monárquica compartía en su perfil público oficial dos nuevos retratos de la homenajeada, tomados en el Palacio de Fredensborg y donde esta posa sentada, serena y relajada, luciendo un elegante traje de color lila. A las 12.00 horas del mediodía, en ese mismo enclave, la que fuera jefa del Estado aparecía entonces por la escalera principal apoyada en su bastón y rodeada por su familia. Saludaba con la mano en alto a la multitud allí congregada, ciudadanos que agitaban efusivamente banderitas de su país e incluso llevaban coronas para honrarla.
Era en ese instante cuando se producía una de las imágenes más entrañables de la mañana, tras ver cómo el príncipe Christian (19 años) ayudaba a su abuela a bajar los escalones mientras esta le cogía del brazo. Una imagen muy simbólica sobre el enorme cariño y aprecio que se tienen Margarita de Dinamarca y su nieto, el heredero al trono nórdico. Seguidamente, comenzaban a sonar los acordes de la banda de la Guardia Real, que daba un pequeño concierto en el patio del histórico edificio para tocarle el cumpleaños feliz a la exmonarca. Ahí, veíamos a la Reina ocupar una silla para no cansarse mientras los demás estaban de pie.
Flanqueaban a la antigua soberana en esa escena su primogénito el rey Federico, su nuera la reina Mary y los jóvenes príncipes Isabella -que también está de celebración por su mayoría de edad-, Vincent y Josephine, los tres junto al número uno en la línea de sucesión. Detrás, podíamos ver a sus hermanas Ana María de Grecia y Benedicta, que no han querido perderse esta ocasión única. Quien no asistía a los actos de este día era el hijo menor de Margarita, Joaquín de Dinamarca, que reside en Washington con su esposa, Marie, y sus hijos Henrik y Athena. En cambio, sí han estado Nicolás y Félix, los vástagos mayores que este tuvo con su primera mujer, Alexandra Manley.
Cena privada en palacio con una sonada ausencia
El resto de los festejos continuaban en el interior de Fredensborg a puerta cerrada, primero con un almuerzo y horas después con una cena para familiares, amigos y representantes de la Corte. En esta ocasión, era una cita mucho más modesta que las de antaño, ya que no había invitados de otras monarquías extranjeras y todo era más reducido. Entre los asistentes a la velada llamaba la atención una sonada ausencia, la de Mary de Dinamarca, que sí había estado antes en el saludo a su pueblo. De momento, la Casa Real escandinava no se ha pronunciado al respecto.
En el salón Kuppelsalen (Sala de la Cúpula), la lujosa mesa estaba cubierta por flores recién cortadas y huevos de Pascua pintados por Margarita II. A la hora del postre, se apagaban las luces y aparecía la tarta de chocolate con sus 85 velas encendidas para que esta las soplara. Tras ello, sorprendían a la cumpleañera con una actuación por parte del coro de chicas Sankt Anne, y el toque artístico de la noche se cerraba a cargo de los integrantes del Teatro Pantomima. Estos representaron en su espectáculo varios extractos del ballet Klods Hans, del escritor Hans Christian Andersen, del que la propia Reina ha sido su diseñadora de vestuario.