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Hacía mucho tiempo que no se veía al rey Federico de Dinamarca disfrutar de un plan familiar a solas con su hija pequeña Josephine. La Princesa, de 14 años, es toda una belleza y acompañó al monarca a ver el partido de fútbol de los cuartos de final de la Liga de Naciones de la UEFA que enfrentó a la selección de Dinamarca contra la de Portugal. Risas, caras de felicidad, complicidad… esta salida privada, padre e hija, nos ha dejado unas imágenes irrepetibles de la gran relación que tienen.
© Getty ImagesEl partido se disputó en el estadio Parke de Copenhague este jueves por la tarde, que dio la victoria a los daneses por un gol, del delantero del Man United, Rasmus Hojlund, que hizo que el Rey y su Princesa vibraran y estallaran de alegría.
Vestidos de manera informal, esta visita privada (no estaba agendada de manera oficial) ha servido para apoyar a la selección nacional. El Rey llevó vaqueros, abrigo azul oscuro, mientras que su hija pequeña acudió con su look más adolescente compuesto de vaqueros wide leg, jersey de rayas rojas, fular al cuello y una cazadora verde militar. Su larga melena suelta y cada vez más rubia.
A su llegada, el monarca se mostró de muy buen humor yde lo más optimista respecto a la actuación del combinado de su país. “Las expectativas son altas. Esperamos una victoria danesa. Son muchos los que vienen a ver jugar a las leyendas. Será una alineación enorme de superestrellas, tanto del lado danés como del portugués”, dijo en declaraciones a la prensa recogidas por Se Og Hor que fueron toda una premoción del resultado final.
© Getty Images'Hay dos Reyes'
El jefe del Estado también dio muestras de tener un gran sentido del humor cuando a la pregunta de quién es realmente el Rey más grande en el estadio esta noche en referencia a él mismo o a Cristiano Ronaldo dijo entre risas: “Hay dos”.
Esta salida deportiva y de lo más familiar se produce tras la última polémica que persigue al rey Federico. Después de que cumpliera el pasado enero su primer año en el trono, se ha hecho balance del gasto de este primer año que arroja unas cifras, según los medios daneses, “descontroladas”. Entre las primeras medidas que tomó el Gobierno danés tras la proclamación fue aumentar en un 15,3% la dotación anual de la Casa Real y conceder también una subvención extraordinaria para los gastos de mantenimiento de sus palacios.
