La princesa Isabella es actualmente la segunda en la línea sucesoria al trono danés, cumple los 18 años el lunes 21 de abril y toma protagonismo en un reinado, el de su padre, que no ha hecho más que empezar. A pesar de llevar poco más de un año en el trono, Federico X presenta un reinado marcadamente familiar, recuperando la figura de reina consorte, con Mary de Dinamarca, y alejado del estilo más personalista de su madre, Margarita II, que como todas las mujeres que comenzaron su reinado en el siglo XX tenía que demostrar que la familia no le alejaba de las obligaciones y que los maridos no influían en sus decisiones. Ese tiempo quedó atrás, igual que han quedado los conflictos que generaban los segundos de a bordo en la institución. Con la princesa Isabella, a la que se le van a rendir celebraciones públicas por su mayoría de edad inspiradas en los actos que le gustan a la reina Margarita, se podría recuperar en la Casa Real danesa esa figura de la hermana que todo lo puede: regente, compañera y mano derecha. ¿Qué planean Federico y Mary para aquellos hijos que no se sentarán en el trono?
Fiestas para una segunda en la línea sucesoria
La Casa Real danesa ha anunciado que el 18 cumpleaños de la princesa Isabella se celebrará de forma pública y por partida doble, ya que se han programado actos en las dos ciudades más grandes del país. El programa que se ha compartido versa en torno a un homenaje a las nuevas generaciones y se vertebra en torno a la cultura, la creatividad, la sostenibilidad y el voluntariado. El viernes 11 de abril los actos serán en el Ayuntamiento de Aarhus, con jóvenes talentos de la ciudad en campos creativos, como la música, los deportes, la gastronomía y el diseño; y el martes 15 de abril, Isabella y toda la Familia Real acudirá a una actuación de cumpleaños en el Teatro Real de Copenhague, que repartirá sus localidades por sorteo entre jóvenes de 17 y 24 años.
Las celebraciones, tal y como se han presentado, no adquieren la dimensión de las de una princesa heredera, no habrá una gran cena de gala en palacio con miembros de todas las casas reales, como tuvo su hermano Christian, pero sí recibirá un homenaje más público que privado. Eso sin olvidar las tradiciones familiares: las princesas danesas de cuna suelen recibir una joya de alto valor (suele ser una tiara) al cumplir los 18 años de parte de sus padres. Así que, todo parece indiciar que el futuro de Isabella de Dinamarca, al menos durante el reinado de su padre, estará dentro de la institución y esto es un tema importante, ya que los antecedentes en su casa real hacían que su futuro y el de sus dos hermanos pequeños, Vicent y Josephine, fuera una incógnita.
Un futuro por decidir
El futuro de Christian de Dinamarca, príncipe heredero, está claro, de hecho ya está cumpliendo con su formación militar y ha asumido ciertos compromisos y responsabilidades oficiales. Sin embargo, el futuro de sus tres hermanos menores no está tan claro y había sido un misterio desde el momento en el que su abuela retiró los títulos reales a cuatro de sus ocho nietos. Cuando en el otoño de 2022, Margarita II quitó a los hijos del príncipe Joaquín los títulos de príncipes y princesa no solo dejó claro que la maniobra era posible, sino que estaba allí para usarla en el momento que fuera necesario, bien para hacer ajustes dentro de la institución o para satisfacer las cíclicas demandas de un sector del parlamento que ya en el año 2016 quiso dejar claro que en el futuro solo Christian recibiría una asignación del estado como adulto.
'Miraremos los títulos de nuestros hijos cuando llegue el momento'
Hay que recordar que esa medida, la retirada de los títulos a los que desde su nacimiento habían sido los príncipes Nicolás, Felix, Henrik y Atena, generó un malestar que traspasó los muros del palacio y los protagonistas hablaron del tema ante la prensa: el príncipe Joaquín se quejó, su madre Margarita lo lamentó sin dar marcha atrás y Federico y Mary, los actuales reyes, hicieron como que no iba con ellos. No obstante, en esos días de confusión y máxima expectación, la reina Mary, entonces una princesa a la que se le presuponía un reinado lejano, deslizó unas palabras que parecieron improvisadas a las puertas del espacio de exposiciones Øksnehallen, de Copenhague: “Puedo entender que es una decisión difícil de tomar y una decisión muy difícil de recibir. El cambio puede ser difícil y realmente puede doler. Pero esto no quiere decir que la decisión no sea la correcta. También miraremos los títulos de nuestros hijos cuando llegue el momento. Hoy en día no sabemos cómo será la casa real en la época de Christian, o cuándo comienza a acercarse la época de Christian”.
De estas palabras se podría desprender que la intención de la Casa Real danesa podría ser repetir la operación que hizo Margarita II antes de abdicar, cuando redujo de forma drástica la Familia Real antes de darle el relevo a su sucesor. De ser así, Isabella sería una princesa durante el reinado de su padre y asumiría, por tanto, un papel público y unas funciones que bien podrían estar relacionadas con aquellas causas que le interesaban a la reina Margarita, de hecho, la elección de un teatro como escenario de su 18 cumpleaños es muy del estilo de su abuela, ya que allí celebró grandes hitos como sus 50 años de reinado. No obstante, los planes pueden cambiar...
Isabella de Dinamarca puede convertirse en un activo que no convenga perder y sobre esto hay grandes antecedentes en la Familia Real danesa
Como segunda de a bordo y princesa de cuna, Isabella de Dinamarca puede convertirse en un activo que no convenga perder y sobre esto hay grandes antecedentes en la Familia Real danesa. Margarita de Dinamarca siempre tuvo los mejores apoyos en sus hermanas, Benedicta y Ana María, que habían crecido sabiendo perfectamente el funcionamiento de la institución y del Estado. Si bien la princesa Ana María voló pronto para casarse con Constantino de Grecia y convertirse en la última reina de los helenos, nunca se desconectó de su realeza natal. Mientras, Benedicta de Dinamarca, discreta, efectiva y con una autoridad que conservó aun siendo desplazada en la línea sucesoria, actualmente ocupa el décimo lugar, se convirtió en una pieza clave asumiendo una responsabilidad institucional y una capacidad de representar a la jefatura del Estado, dentro y fuera del país, muy superior al que tuvieron otros miembros de la casa a los que se les suponía un papel principal.
Por otro lado, y aunque el caso de Benedicta de Dinamarca sea una excepción, en todas las monarquías suele suceder que las hermanas o hermanos de los herederos conservan un papel principal hasta que estos forman su propia familia, es entonces, cuando su rama comienza a diluirse. El futuro de Isabella parece público, mucho más que el de su "homólogo" noruego, el príncipe Sverre, hijo de Haakon y Mette-Marit, sin embargo, hay muchos factores que lo podrían hacer cambiar.