Federico (56 años) y Mary de Dinamarca (53) han arrancado este martes su visita de Estado de dos días a Finlandia, pero horas antes y fuera de la agenda oficial quisieron relajarse y esquiar en la tierra de Papá Noel. Hasta las laderas nevadas de la región de Inari, en Laponia, se desplazaron el monarca escandinavo y su esposa para practicar uno de sus deportes favoritos, y desde allí compartían una imagen de lo más simpática y curiosa.
Fuertemente abrigados para combatir las temperaturas bajo cero, a la reina nórdica apenas se la reconoce ya que va tapada hasta los ojos con gorro y abrigo azul, mientras su marido sonríe a la cámara ataviado con su anorak de camuflaje. Detrás de ellos, un reno tira de un trineo en el que después ellos se montarían, tal y como han mostrado en un vídeo de apenas unos segundos que publicaba el perfil en redes sociales de la Casa Real danesa.
"Hemos disfrutado del mágico paisaje en Saariselkä bajo nuestros pies", han dicho al respecto Federico y Mary tras la experiencia en este pueblo finlandés, donde estaban acompañados en todo momento por el presidente del país vecino, Alexander Stubb y, la esposa de este, Suzanne Innes. Las dos parejas han demostrado una gran sintonía desde el principio, esquiando juntos primero e intercambiando después confidencias mientras tomaban algo sentados al calor de la hoguera.
Tras su estancia allí rodeados de hielo y naturaleza que tenía lugar el lunes, al día siguiente comenzaba para los reyes de Dinamarca una agenda institucional de lo más apretada en la capital, Helsinki, donde han parado ni un segundo. Para empezar, eran recibidos en el palacio presidencial por el mandatario y su mujer, donde se han dado dos besos nada más verse. Incluso, a ellas por un momento se las veía reír de manera cómplice, durante una ceremonia de bienvenida que ha estado marcada por la lluvia.
Los invitados de honor saludaban también al resto de autoridades con un apretón de manos, para después acceder al monumental edificio que se ubica en el centro de la ciudad. Una vez en su interior, los cuatro se asomaban al balcón para agradecer las muestras de cariño a los ciudadanos que allí se habían congregado. En ese instante, los dos hombres protegían a sus mujeres con un paraguas oscuro mientras caían las gotas bajo el cielo gris que los cubría. Un tiempo meteorológico bastante inestable que la reina Mary desafiaba con un look muy elegante, derrochando clase y estilo como es habitual en ella.
La siguiente parada era el Parlamento finlandés, donde Federico X ha mantenido una reunión de carácter político al más alto nivel. Era entonces cuando el matrimonio 'royal' se separaba por momentos ya que la reina continuaba con el programa establecido, visitando un hospital infantil junto a la primera dama. En el centro médico, han podido charlar con el jefe de pediatría del mismo, Jukka Salminen. De ahí, los reyes daneses volvían a encontrarse para poner rumbo al albergue juvenil de Merihaka, en el que han visto a los menores jugar un partido de hockey y mantenían un entrañable encuentro con algunos de ellos.
A continuación, la pareja se desplazaba hasta el cementerio de Hietaniemi, donde están enterradas grandes personalidades de la historia y las artes de Finlandia. A la vez, tiene una parte que es de carácter militar y allí descansan no solo los caídos en combate, sino que está la tumba del Mariscal Mannerheim, una de las grandes figuras finlandesas de todos los tiempos. En este lugar, Federico y Mary han hecho una ofrenda floral. Ya el miércoles, pasarán por la Universidad de Aalto, participarán en un seminario sobre transición verde y harán una visita a la Brigada Costera en Upinniemi, todo ello para "seguir fortaleciendo las excelentes relaciones entre ambos países", han destacado.