Es el primer viaje oficial a Alemania de Federico y Mary juntos como reyes, pero además, no están solos en su visita a Berlín con motivo del 25º aniversario de las embajadas nórdicas en la ciudad. Aunque cada país dispone de su propio edificio, todos se encuentran en un mismo recinto que representa la hermandad de la que siempre han hecho gala y que han escenificado también en la capital germana este lunes, en una cita que ha culminado con una cena de gala en el majestuoso palacio de Bellevue con el presidente Frank-Walter Steinmeier y su mujer, Elke Büdenbender, como anfitriones. Los reyes daneses han coincidido con los príncipes herederos suecos, Victoria y Daniel y los noruegos, Haakon y Mette-Marit, así como con las parejas presidenciales de Finlandia e Islandia.
La alfombra roja se extendió a lo largo de la escalinata del palacio berlinés para recibir a los mandatarios en un desfile de elegancia que exigía esmoquin a los hombres y traje de noche a las mujeres. Mary de Dinamarca ha optado por un favorecedor vestido de gala rojo con una gran lazada a la cintura, pero lo más llamativo, tal vez, ha sido la pulsera que lucía en su muñeca derecho, compuesta por perlas y una esfera con un pequeño retrato. Si hacemos zoom, vemos que es todo un homenaje a sus vecinos y también al país anfitrión ya que se trata de una fotografía en blanco y negro de la reina sueco-noruega Josefina, alemana de nacimiento, que vivió en el siglo XIX cuando se pusieron de moda ese tipo de joyas. Completan el look los pendientes que utilizó en su boda, también formados por perlas con forma de pera que cuelgan de diferentes arcos repletos de diamantes.
Victoria de Suecia, que ha mostrado una gran sintonía con Steinmeier y su esposa, ha recurrido al infalible terciopelo para deslumbrar con un vestido morado y entallado. La princesa Mette-Marit, por su parte, ha preferido un estampado otoñal para su elegante traje de manga corta. Su presencia en este viaje es especialmente significativa teniendo en cuenta que la casa real anunció la semana pasada que retomaba su tratamiento para hacer frente a su fibrosis pulmonar, una enfermedad de la que se tuvo conocimiento en 2018. Esta patología crónica causa inflamación, endurecimiento y cicatrización del tejido pulmonar, con lo que deteriora de manera progresiva la función respiratoria. Debido a los efectos secundarios de los medicamentos, palacio advirtió de que su agenda podría modificarse, pero desde que se hizo pública la noticia ya la hemos visto en dos actos oficiales.
Steinmeier y su esposa, Elke, con un vestido de azul de lentejuelas también han recibido al presidente finlandés Alexander Stubb y su mujer, Suzanne Innes-Stubb, que ha optado por un look de estilo bohemio estampado, y a la jefa de Estado islandesa, Halla Tómasdóttir, que ha apostado por las transparencias para su gran cita, y a su marido, Björn Skúlason. Hace tan solo unas semanas, el matrimonio islandés fue agasajado en el Palacio de Christianborg con el primer banquete de Estado que presidieron Federico y Mary de Dinamarca.
Durante la cena, a la que han acudido unos 95 invitados, el rey Federico ha ofrecido un discurso después de las palabras del anfitrión, y lo ha hecho en alemán. En él se ha referido a los buenos recuerdos que guarda del país germano, donde pasó grandes momentos en su infancia. También es, hoy en día, una tierra que visita con frecuencia ya que allí vive su primo, el príncipe Gustavo, con su mujer Carina y sus dos hijos. Mantiene una estrecha relación con todos ellos y se visitan con regularidad. Tanto es así, que el matrimonio se ha acercado hoy a Berlín desde el castillo de Berleburg, donde reside, para encontrarse con Federico X y la reina Mary y también han asistido a la cena de gala en el Palacio de Bellevue.
Este no ha sido el primer encuentro entre los seis royals desde que comenzó su visita a Alemania. Esta misma tarde, los reyes daneses y los príncipes herederos de Suecia y de Noruega, junto a las parejas presidenciales de Islandia y Finlandia han estado en el Parlamento alemán que ha acogido un acto para celebrar el cuarto de siglo del complejo que aúna sus embajadas en el centro Berlín, donde después posaron todos juntos.