Christian de Dinamarca está de año sabático tras haberse graduado en la escuela secundaria. De momento no va a ir a la Universidad ni va a hacer formación militar, pero la Casa Real ya ha confirmado cuáles son sus planes inmediatos que han supuesto una sorpresa. La semana que viene hará las maletas para emprender una apasionante aventura: vivirá durante tres meses en África, donde trabajará en una granja.
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Será el miércoles, 4 de septiembre, cuando el heredero a la Corona danesa ponga rumbo a África oriental. Allí desempeñará labores propias de un granjero y participará en el funcionamiento diario de dos explotaciones agropecuarias, lo que implicará que hará tareas prácticas y administrativas. La Casa Real considera que esta vivencia le proporcionará una gran visión sobre la naturaleza local. La estancia por África del príncipe heredero se prolongará hasta diciembre, cuando regresará a su país natal.
En la Familia Real danesa existe una larga tradición de que los futuros monarcas hagan estancias prolongadas en el extranjero durante su juventud y tengan la oportunidad de desarrollarse y conocer el mundo. Así, en 1986, el rey Federico participó en una expedición a Mongolia centrada en los nómadas y en 1989 trabajó durante un año en una finca vitivinícola en California. La reina Margarita, abuela de Christian, también emprendió importantes viajes a América del Sur y del Este en la década de los años 1960.
Para que el Príncipe pueda aprovechar al máximo esta experiencia, tanto sus padres como él mismo esperan que se entienda que este periodo en África será completamente privado y por eso no se publicarán en el futuro más detalles sobre cómo será su vida allí.
Además de en la Corte danesa, en otras Casas Reales también es frecuente que sus príncipes realicen este tipo de viajes. El príncipe Guillermo de Reino Unido pasó parte de su año sabático en Chile, Belice y en algunos países de África tras acabar sus vestidos en Eton. Durante esos meses realizó entrenamientos con el Ejército británico y fue voluntario en el programa Raleigh International en Tortel, al sur de Chile.
El príncipe Harry también tuvo un año de impasse en el que viajó a Australia, Argentina y África, donde trabajó en un orfanato en Lesoto. En Australia, el duque de Sussex estuvo trabajando en la granja 'Tooloombilla' con la familia Hill, que habían sido amigos de su madre. De aquella época como granjero, el príncipe Harry recuerda en su libro En la sombra que "ser aprendiz de finca requería resistencia, sin duda, aunque también exigía cierta destreza.Había que tener mano con los animales. Había que saber predecir el tiempo observando el cielo y el terreno (...) Un típico día de trabajo empezaba en plena noche. Horas antes del amanecer, salíamos a trompicones al exterior, para encarar las primeras tareas en un intento de acabar tantas como fuera posible antes de que saliera el sol. Con las primeras luces del alba, ensillábamos y salíamos galopando hasta las afueras de las más de dieciséis mil hectáreas de la finca de los Hill (una extensión el doble de grande que Balmoral) y empezábamos a reunir. Es decir, a mover el rebaño de reses de un lado para otro. También íbamos a buscar vacas sueltas que se habían separado del hato por la noche y las llevábamos de vuelta con las demás. O cargábamos algunas en un camión y las llevábamos a otra zona. Nunca entendía muy bien por qué movíamos a una u otra vaca, pero sí me quedé con lo importante: las vacas necesitan su espacio".