Margarita de Dinamarca sigue disfrutando de su primer verano, en más de medio siglo, donde ya no ejerce de monarca. Lo hace en la región francesa de Cahors, donde tiene fijada su residencia para esta época del año desde hace mucho tiempo. Este sábado, se desplazaba hasta la ciudad del mismo nombre para visitar el mercado al aire libre que allí se encuentra y rellenar su propia cesta de la compra.
Se trata de un emblemático lugar con más de 700 años de historia a sus espaldas, al que la madre de Federico X suele acudir siempre -al menos una vez- durante sus vacaciones en el país galo. Situado a los pies de la catedral de Saint-Etienne, abre semanalmente los sábados por la mañana, haga frío, calor o llueva. Está disponible hasta la una de la tarde, y la mayor afluencia de gente se produce en torno al mediodía (entre las once y las doce de la mañana).
Era en este icónico espacio de venta ambulante donde la suegra de Mary de Dinamarca se ha dejado ver, relajada y sonriente, mientras adquiría diversos productos de los diferentes puestos. Vestida con falda de color azul celeste, camiseta blanca de mangas hasta el codo y sandalias a juego, la Reina caminaba de un lado para otro apoyada en su bastón para elegir un surtido de viandas.
A su vez, Margarita II ha tenido la oportunidad de charlar con algunos de los comerciantes, mientras metía en su cesta de mimbre los alimentos que son de su gusto. Entre ellos, había varias cuñas enteras de queso del llamado Trappe d'Échourgnac, creado en 1868 en la citada abadía de Dordoña y elaborado antaño por sus monjes.
Posteriormente, fueron las hermanas cistercienses las que se hicieron cargo de esta 'delicatessen' elaborada con leche de vaca pasteurizada, creando una nueva receta afinada con licor de nueces que se produce en la destilería de Perigord. Además de esta rica comida, la que fuera jefa del Estado danés compraba dos tarros de la típica miel de las Causses du Quercy, de sabor suave y notas florales como el tomillo silvestre y el trébol blanco.
Uno de los mercados más bonitos de Francia
El popular mercado de Cahors -comuna situada al sur de Francia en el departamento de Lot- es uno de los más bonitos y coloridos del país, declarado como tal desde 1996 y recientemente reconocido por su belleza en un concurso de la televisión pública del país galo. Su oferta es muy variada, y basta con darse una pequeña vuelta por esta plaza para no caer en la tentación de hacerse con algunas de sus exquisiteces.
Orgullo de sus ciudadanos, los vendedores y productores locales se instalan ahí con un género que va desde la charcutería y el pescado fresco, hasta las frutas y verduras que se recolectan en la víspera o esa misma mañana. Enclave donde a veces se forman largas colas pero que, a los visitantes y curiosos, les resulta perfecto para pasear, oler y saborear. En este sentido, entre sus productos estrella no podemos olvidarnos del pastis, una especialidad de pastel de manzana que es una verdadera delicia.
El Château de Cayx de la familia real danesa
Ubicada al norte de Toulousse, la residencia veraniega de los 'royals' escandinavos está compuesta por diez habitaciones, cuatro salones, una piscina y una gran cocina. Es la propiedad que adquirieron Margarita de Dinamarca y su marido, el fallecido príncipe Henrick, en 1974. Se sitúa a tan solo quince kilómetros de la casa de Le Cayrou, en la que el difunto esposo de la Reina pasó su infancia.
Mientras que el rey Federico y el príncipe Joaquín fueron niños, sus padres pasaban aquí todos los veranos con ellos, volcados en la renovación de unos terrenos que incluyen los extensos viñedos que nutren su propia y sofisticada bodega. Con el tiempo, el chateaux de Cayx se fue llenando de nietos y así sigue siendo hoy en día, como pudimos comprobar el pasado julio con la estancia del conde Nicolás y su novia en el castillo, o días después con Félix de Dinamarca junto a sus hermanos.