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La salida de Harry y Meghan de la Casa Real británica fue tan ruidosa como el traslado de Joaquín y Marie de Dinamarca a los Estados Unidos, lo que pasa es que la Casa Real danesa no provoca tanto eco como los asuntos de la familia Windsor. En ambos casos sus problemas con la institución monárquica comenzaron antes de un relevo en el trono y sus consecuencias se han arrastrado hasta ahora, con los nuevos soberanos al frente de la casa. Carlos III en el Reino Unido y Federico X en Dinamarca, un padre y un hermano, sin embargo, los tratos que han conseguido, son muy diferentes. Teniendo un lugar parecido en la línea sucesoria, formación militar y una proyección similar, el príncipe danés goza de una posición que el príncipe británico deseó, pero no obtuvo.
© Det danske kongehusJoaquín de Dinamarca, hijo de la reina Margarita y único hermano del rey Federico, cumplió este pasado viernes 7 de junio los 55 años y lo celebró, con felicitación oficial de la Casa Real danesa, y junto a su mujer, la princesa Marie, y sus dos hijos pequeños desde Washington, donde trabaja como agregado de la industria de defensa en la Embajada de Dinamarca. La familia llegó a la capital estadounidense en 2023 después de la amarga disputa con la institución por la decisión, que su madre se vio obligada a defender públicamente, de retirar el título de príncipes y princesas a sus cuatro hijos, una forma de dejar claro que en el futuro ellos no tendrían funciones de representación en la jefatura del Estado.
La desunión familiar que ha marcado sus últimos años de reinado
El malestar del segundo hijo de la reina se hizo patente ya que tanto él como su mujer y ex mujer, la condesa Alejandra, madre de sus dos hijos mayores, comunicaron su desazón y el perjuicio que suponía para sus hijos el ser desposeídos de unos títulos con los que habían nacido. Sin embargo, el matrimonio sí conservó sus funciones de representación, el príncipe Joaquín su lugar en el Consejo de Estado y sus hijos, sin ser príncipes, tienen un lugar en la Casa Real, al margen de que conservaron, entre otras cosas, el pasaporte diplomático y se les otorgó el título de condes. Muestra de ello es que cuando hace unos días los reyes Federico y Mary celebraban el 175 aniversario de la Constitución danesa en Copenhague, los príncipes Joaquín y Marie hacian lo mismo desde la embajada danesa en los Estados Unidos, acto que se compartía por los canales oficiales de la Casa Real.
© Gtresonline
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© GtresonlineEn definitiva, el príncipe Joaquín -que en más de una ocasión ha dejado claro que es la institución la que decide el puesto y el lugar desde el que ejerce sus funciones oficiales y sirve a la Corona danesa- vive un fuera pero con un pie dentro. Algo que, por otro lado, él no pidió. A juzgar por sus declaraciones él habría deseado tener un mayor margen de actuación sin salir del país, pero, con el tiempo que ha pasado, parece que las dos partes han encontrado una forma de entenderse. El príncipe Joaquín sí acudió a la proclamación de su hermano para simbolizar su apoyo al nuevo rey y recordar su papel dentro de la Casa Real danesa y, tras el relevo en el trono, siguió manteniendo sus patrocinios y la princesa Marie incluso asumió algunos compromisos que antes desempeñaban Federico y Mary como príncipes. Además el medio JydskeVestkysten confirmó que el príncipe había estado en Dinamarca durante esta primavera para el rodaje de un documental que ha sido confirmado por la Casa Real.
Joaquín de Dinamarca estaba en una fiesta privada mientras su madre anunciaba la abdicación
La imagen con la que la reina Margarita da por zanjada la fuerte crisis familiar en la Corte danesa
La situación que ha vivido el príncipe Joaquín, la de buscar un lugar dentro de una institución totalmente jerarquizada y que va desplazando a los segundos ha tenido muchos paralelismos con la que atravesó Harry, pero, en los últimos tiempos sus caminos se están separando. Cuando los duques de Sussex en la primera de 2020 lanzaron la bomba, no plantearon una salida, plantearon cambiar el modo de trabajar. Querían seguir representando a la reina Isabel II y a la Commonwealth, pero querían hacerlo bajo sus propias condiciones y pudiendo residir parcialmente en el extranjero. Paradojas de la vida eso es lo que ha conseguido el príncipe Joaquín, mientras que Harry, cada vez más alejando de la Reino Unido, de la Familia Real y de la Corona, lo único que conserva es lo único que le quitaron al danés: los títulos de príncipe y princesa de sus hijos.
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