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Dinamarca tiene nuevo Rey. Federico X ya es monarca tras la abdicación de su madre la reina Margarita, quien ha estado en el trono durante 52 años (los cumplía este mismo domingo). Ha sido proclamado por la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, desde el balcón del Palacio de Christiansborg, donde se han vivido emocionantes momentos y donde el Rey, con el uniforme de la Marina, ha pronunciado el primer discurso de su reinado. Inmediatamente antes de esta primera aparición de la Familia Real, se ha celebrado el traspaso en la Jefatura del Estado con una recepción y un brindis.
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-La primera decisión de Federico X: un discurso que pasa a la historia
La celebración, la primera de esta nueva era en la monarquía danesa, se ha producido en el escenario principal de esta jornada, Christiansborg, que destaca por ser el único edificio del mundo que alberga los tres poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial. Ha sido un acto discreto y a puerta cerrada, acorde al formato sobrio de la proclamación, en el que han estado presentes los representantes de las altas autoridades del Estado además del nuevo príncipe heredero Christian, que también ha acudido al Consejo de Estado; el príncipe Joaquín, único hermano del Rey, y Jane Alison, la hermana mayor de la reina Mary.
El príncipe Joaquín, que a partir de ahora ocupa el quinto puesto en la línea de sucesión al trono, ha viajado desde Washington DC, donde comenzó a trabajar en agosto en el Ministerio de Defensa como agregado de la industria de defensa en la Embajada de Dinamarca. Este viaje lo ha hecho en solitario, sin la princesa Marie, y ha sido fotografiado entrando en coche a Christiansborg mientras se celebraba el Consejo de Estado. Ha acudido en calidad de familiar, no ha tenido ninguna función oficial y el lunes estará presente en el acto de celebración del nuevo soberano que tendrá lugar en el Parlamento. Finalizado el acto, cogerá un vuelo de regreso a Estados Unidos.
-Margarita de Dinamarca deja el trono: 52 imágenes para 52 años de reinado
Por su parte, Jane Alison ha sido el único miembro de los Donaldson que se ha trasladado a Copenhague para este histórico día. Ha volado desde Australia, donde la reina Mary estuvo visitando a la familia en la antesala de las fiestas navideñas y donde comenzó su historia de amor con Federico X. Jane está muy unida a su hermana y sus sobrinos y también viajó al Viejo Continente en octubre junto a su esposo Craig Stpehnes para estar presente en el 18 cumpleaños del príncipe Christian, que es su ahijado, en el palacio de Frederick VII.
Foto de archivo de Jane Alison Donaldson
Los Reyes han estado acompañados de sus hijos en Christiansborg. Además del príncipe Christian, que ha estado presente en el momento del cambio de trono, también se encontraban en el recinto palaciego los otros tres hijos de los Reyes: Isabella de Dinamarca (16), que ha rendido homenaje a su abuela mediante su look, y los mellizos Vincent y Josephine (13).
Entre las autoridades presentes se encontraban la primera ministra Mette Frederiksen, quien media hora después ha sido la encargada de proclamar al nuevo monarca; el presidente del parlamento danés, Soren Gade; el presidente del Tribunal Supremo de Dinamarca, Jens Peter Christensen; el jefe de la Defensa, el general Flemming Lentfer; la secretaria del Consejo de Estado y jefa del Departamento del Ministerio de Estado, Barbara Bertelsen; el jefe de la Policía Nacional, Thorkild Fogde; la alcaldesa de Copenhague, Sofie Haestorp Andersen; el obispo de la diócesis de Copenhague, Peter Skov-Jacobsen; el primer ministro de las Islas Feroe, Askel V. Johannesen; y el primer ministro de Groenlandia, Múte Bourup Egede.
Margarita II no ha estado presente en esta recepción ya que inmediatamente después de firmar la abdicación se ha levantado para ceder el asiento principal del Consejo de Estado a su hijo y ha abandonado la sala diciendo "Dios salve al Rey". Ha salido de Christiansborg en coche acompañada de Annette de Scheel, su dama de honor, y se ha dirigido a su hogar, el palacio de Christian IX, al que ha accedido en coche. Una imagen con la que se ha puesto fin a una era.
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