El próximo 14 de enero, el príncipe Federico pasará a ser el rey Federico X de Dinamarca, tras el sorprendente e inesperado anuncio de abdicación de la reina Margarita II. El futuro monarca de 55 años vive junto a su mujer, la princesa Mary, y sus cuatro hijos: el príncipe heredero Christian (18), Isabella (16) y los mellizos Vicent y Josephine (12) en el palacio de Amalienborg. ¿Quieres saber cómo es esta histórica residencia? A continuación, lo descubrimos.
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Situado en pleno corazón de la ciudad de Copenhague, el palacio de Amalienborg es la residencia oficial de la Familia Real danesa desde hace más de dos siglos. Se trata de un complejo de estilo rococó formado por cuatro palacios que se vertebran en torno a una plaza presidida por una estatua del rey Federico V, que fue quién ordenó su construcción en 1750. Concretamente, el príncipe Federico y la princesa Mary habitan en el palacio Federico VIII (también conocido como Brockdorffs Palace) en el ala noroeste, mientras que la reina Margarita se ubica en el pabellón de Christian IX. Según la prensa nacional danesa, por el momento, tanto el príncipe Federico como su madre no tienen previsto hacer ningún tipo de mudanza.
Se trata de una espaciosa residencia de 4500 metros cuadrados repartidos en tres plantas que está completamente adaptada a los gustos del matrimonio real, ya que, tras pasar por el altar en el año 2004, el hijo de la reina Margarita y Mary Donaldson comenzaron unas reformas de actualización y modernización que concluyeron de manera definitiva en 2010 y que costaron en torno a 30 millones de euros.
Durante un tiempo, el palacio de Federico VIII se convirtió en una llamativa atracción turística, ya que abrió sus puertas al gran público varios meses y comprando una entrada de unos cinco euros se podían visitar las dos primeras plantas con estancias de uso institucional como los despachos. En estas habitaciones se podía apreciar el gusto por el arte de los príncipes herederos, puesto que sus paredes están adornadas con numerosas pinturas y obras de diferentes artistas locales como Signe Guttormesen, Morten Shelde y Tar R. Además, cuentan con grandes ventanales para potenciar la iluminación natural.
A pesar de que otras muchas salas no han sido nunca expuestas, sí que se ha podido ver algunas pinceladas de cómo son a través de diferentes imágenes que ha compartido Casa Real danesa en sus perfiles públicos como, por ejemplo, el vídeo en el que aparece el príncipe Vicent ayudando al chef a cocinar una tarta en una cocina moderna de azulejos blancos y encimeras metálicas. Recientemente, también hemos visto el salón, de suelos de madera, tonos claros y con toques dorados, decorado con motivos navideños.
Las zonas exteriores también son propias de cuento, puesto que el príncipe Federico puede respirar aire fresco en su jardín privado de 1600 metros cuadrados. Eso sí, en 2021, cuando aún había muchas restricciones de movilidad por la pandemia del Covid-19, el Príncipe se trasladó con su mujer e hijos al castillo de Fredensborg, que ya fue su hogar hasta que acabaron las reformas en 2010, para aprovechar al máximo sus zonas verdes.
Los futuros reyes Federico y Mary acompañan a Margarita de Dinamarca en el inicio de sus despedidas oficiales