festivities for the 75th birthday of queen margrethe ii of denmark© GettyImages

La fascinante historia de la tiara favorita de Mary de Dinamarca

El aderezo de diamantes y rubíes fue creado para la coronación de Napoleón y lo llevó Désirée Clary, exprometida del Emperador y primera reina Bernadotte


12 de diciembre de 2023 - 18:06 CET

Napoleón, la última película de Ridley Scott, una de las producciones más esperadas del año, llegó a la gran pantalla al tiempo que  la tiara favorita de la princesa Mary de Dinamarca , creada para su coronación, cumple 200 años.

Para ti que te gusta

Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!

Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.

Este contenido es solo para suscriptores.

Suscríbete ahora para seguir leyendo.

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

El Emperador quería demostrar al mundo que era el monarca más poderoso, y que París era el centro de la moda y el lujo y para asegurarse de que sus invitadas especiales asistieran con espléndidos atuendos y joyas a su coronación imperial en la catedral de Notre-Dame de París, celebrada el 2 de diciembre de 1804, repartió una fortuna entre sus 18 mariscales.

Entre ellos, el héroe militar Jean-Baptiste Bernadotte, quien encargaría un impresionante aderezo de rubíes y diamantes para su esposa Désirée Clary, que que llevó la cola del vestido de su ‘rival’, la Emperatriz: diadema (en realidad, joyas para el pelo), collar, pendientes, pulsera, y un gran broche.

© GettyImages

Retrato de Desirée Clary

La señora Clary era mucho más que una gran dama de la sociedad parisina. En realidad, ya había hecho historia al haber estado comprometida con el propio Napoleón -la abandonó cuando se enamoró de Josefina-, aunque siguió siendo parte de la familia del emperador ya que su hermana Julia Clary estaba casada con José Bonaparte. El famoso ‘Pepe Botella’ que llegó a ser Rey de España y se encargó de llevar a su esposa, la ‘Reina ausente’ que nunca pisó España, las joyas de la corona, incluida la famosa perla Peregrina.

La entrada de Désirée en el mundo real se produjo en 1806 cuando Napoleón dio a su marido el príncipe de Ponte Corvo; y su llegada a la cumbre fue en 1818, ocho años después de que el Emperador los destinara a Suecia. Es en esa fecha, tras la muerte de Carlos XIII, que muere sin descendencia, cuando Bernadotte asciende al trono bajo el nombre de Carlos XIV Johan de Suecia pasando a ser su mujer la Reina Desideria, la primera de la dinastía Bernadotte.

© GettyImages

La Reina Ingrid llevó la tiara en las grandes citas reales a lo largo de toda su vida

Cinco años después, la Reina entrega el maravilloso aderezo a Josefina de Leuchtenberg (nieta de la emperatriz Josefina) cuando se casó con su único hijo, ahijado de Napoleón y futuro Rey Oscar I de Suecia y de Noruega.

La colección siguió su camino y pasó a incorporarse a la corona danesa en 1869, cuando su hija Luisa contrajo matrimonio con el príncipe Federico, futuro Rey de Dinamarca. Las joyas son perfectas porque los diamantes y los rubíes representan los colores de la bandera danesa.

Tras la muerte de Luisa, en 1926, heredaron el aderezo su hijo, el rey Christian X y su mujer, la reina Alejandrina de Mecklemburgo-Schwerin en 1898. Y ya, en 1935, el conjunto completo fue entregado como regalo de bodas a Ingrid, nacida princesa de Suecia, con motivo de su boda con el rey Christian X de Dinamarca.

© GTres

© GettyImages

La Reina Ingrid lo llevó en las grandes citas reales a lo largo de toda su vida siendo una de sus colecciones más preciadas. De hecho, en 1943, decidió aumentar el aderezo añadiendo dos broches a juego, lo que dio la apariencia de una gran tiara.

Antes de fallecer, en noviembre de 2000, la Reina, madre de Margarita II, actual Soberana, dispuso que el conjunto fuera entregado a su nieto, el príncipe heredero Federico, para que lo usara su futura esposa.

Mary Elizabeth Donaldson llevó por primera vez la impresionante colección el 13 de mayo de 2004 en la gala previa a su boda en Copenhague, descubriendo que la tiara no es cómoda y no se adapta a su perfil.

Aun así, no será hasta 2010 cuando tome la decisión de adaptarla a su perfil. Los joyeros y orfebres daneses de Marianne Dulong fueron los encargados de hacerla un poco más pequeña y también de convertir las hojas sobrantes en broches de pelo (horquillas) y un anillo. Asimismo, Dulong y su equipo también hicieron cambios en los pendientes y el collar para que los pueda usar en diferentes versiones (sencillo o en todo su esplendor).