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La Familia Real danesa sabe evocar el mejor cuento de Navidad posible. La nieve suele acompañar los últimos días del año en el país escandinavo y las fabulosas tradiciones que conserva la reina Margarita ayudan a crear una atmósfera inigualable. A la monarca le gusta pasar las fechas más entrañables en su castillo de Marselisborg y este año sí podrá estar junto a sus hijos y sus nietos casi al completo después de que el año pasado el heredero y su hermano se encontraran fuera del país y solo estuviera con ella su hermana la princesa Benedicta y algunos amigos.
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El traslado a su residencia de Marselisborg
La Casa Real danesa ha informado que la Reina trasladará el 20 de diciembre su residencia al Castillo de Marselisborg que, cumpliendo la costumbre, será el escenario navideño. Esta residencia se encuentra en Aarhus, en Jutlandia, a casi 200 kilómetros de Copenhague. Es el palacio de verano y toma su nombre de la familia que emigró desde los Países Bajos. A lo largo de los siglos cambió muchas veces de manos hasta que la ciudad de Aarhus lo compró en 1896 y se demolió la edificación principal. En 1897 se recaudaron fondos para levantar este castillo en unos terrenos que el Ayuntamiento de la ciudad decidió ceder gratuitamente. Años más tarde, entre 1899 y 1902, se construyó el actual castillo que desde 1967 usa Margarita de Dinamarca. La propiedad tiene un jardín de estilo inglés con pequeños lagos, rosales y numerosas esculturas que son visitables por el público cuando la Familia Real no se encuentra en el Palacio.
¿Quiénes están invitados a la Navidad de la reina Margarita?
La Reina desembarca en Marselisborg sola, pero este año a diferencia del año pasado estará acompañada. En Nochebuena contará con la presencia de los príncipes Federico y Mary, así como sus cuatro hijos los príncipes Christian, Isabella, Josephine y Vincent. También estarán los príncipes Joaquín y Marie con Henrik y Athena, los hijos que tienen en común. Los hijos mayores de Joaquín de Dinamarca, fruto de su matrimonio con la condesa Alexandra, no estarán en la cena del 24 de diciembre. Félix de Dinamarca sí estará con su abuela el día 25 de diciembre, mientras que su hermano Nicolás pasará estas fechas en Australia, donde vive desde hace meses por motivos académicos. Antaño, la extensa familia de la reina Ana María -hermana de Margarita de Dinamarca- y el rey Constantino de Grecia también se juntaba con ellos en Navidad.
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Este año parece que las tradiciones y la unión vuelven a Marselisborg después de que en 2022 la familia del príncipe Federico se fuera en viaje privado a Australia para ver a la familia de la princesa Mary y de que el príncipe Joaquín, su esposa e hijos hicieran un desplazamiento al extranjero que tenían planeado desde hace mucho tiempo. Unos planes que se produjeron después de toda la tormenta mediática que produjo la decisión de la monarca de quitar el título de príncipes a cuatro de sus nietos y que provocaron un cisma en la Familia Real que ya parece totalmente superado. Será la primera vez desde 2019 que todos estén juntos y la primera Navidad tras las imágenes de Federico de Dinamarca con Genoveva Casanova por Madrid.
El 'Lillejuleaften', la víspera de Navidad
El 23 de diciembre, en Dinamarca se envuelven los regalos y se adorna el árbol. Durante la cena, los niños colocan un plato de gachas de arroz para ayudar a los julenisser, ayudantes de Papá Noel, en su duro reparto de presentes. La Reina cena el risalamande, un arroz con leche cremoso que contiene una almendra entera escondida en su interior. El menú continúa con platos como ganso o pato asado, cerdo, venado, patatas doradas con caramelo, lombarda y ensalada de pepino. De postre, el rombudding, un pudín cremoso de ron servido con salsa fría de frambuesa y aeblekage, un pastel de migas de manzana.
Cambio de guardia a mediodía y un ballet
Desde que la reina Margarita esté en su residencia de vacaciones, todos los días a mediodía habrá un cambio guardia. Aunque, sin duda alguna, uno de los proyectos que más ilusionan a la soberana es el ballet navideño de La reina de las Nieves, en el que la abuela del príncipe Christian participa activamente encargándose de parte de la escenografía y del diseño de algunos elementos y que se estrenó hace solo unos días ante la presencia de su hermana la reina Ana María y su sobrino, Philippos de Grecia. La Reina es una apasionada de las artes plásticas y del diseño gráfico y colabora activamente en muchos proyectos de este tipo.
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Los duendes de la Reina, en su calendario de adviento
La Casa Real presenta cada año un calendario de adviento con una aventura navideña protagonizada por los duendes hechos a mano de la Reina. Así, se ha querido destacar el papel de los monarcas daneses explicado a través de estos elfos o se enmarcaron los 50 años en el trono de la monarca. En definitiva, historias que conectan al país con su monarquía. Esta será la séptima vez que se hace esta iniciativa que también sirve como viaje navideño a través de lugares poco conocidos del país y de las residencias reales repartidas por toda Dinamarca. La Reina es una entusiasta de la Navidad y en el pasado acudía al barrio londinese de Chelsea a hacer sus compras.
Una recepción para los empleados de la Reina
Antes de que lleguen las celebraciones más importantes de la Familia Real danesa, la soberana y su heredero tienen un encuentro con el personal de Palacio. Se realiza una recepción con un cóctel tipo buffet en el Castillo de Christiansborg, donde se albergan las caballerizas reales, la capilla y salas de audiencias. La Reina suele dirigir un discurso y hay intervenciones musicales a cargo de la banda y de un coro infantil. Los empleados tienen la oportunidad de hablar entre ellos en diversos corrillos informales.
Discurso Año Nuevo y gran cena de gala
En la Corte de Margarita de Dinamarca hay reglas propias para Navidad como el tradicional discurso que en lugar de hacerse en Nochebuena o el 25 de diciembre se emite a la nación el último día del año. Sentada en su escritorio, con un jarrón de flores y los papeles con su intervención sobre la mesa, la Reina habla a su pueblo desde Amlienborg, su residencia oficial. Solo en cinco ocasiones, la soberana se ha visto obligada a cambiar de escenario: en 1979, en 1980, en 2014, en 2015 y en 2018 debido a unas obras de drenaje que se produjeron en su Palacio para asegurar una buena canalización de la ciudad en caso de fuertes lluvias y posibles inundaciones.
Tras el cambio de guardia del primero de enero, la Familia Real danesa se viste de gala para asistir a una velada en la que también están presentes el Cuerpo de Oficiales, el Cuerpo Diplomático, las Fuerzas Armadas y la Agencia Danesa de Emergencias que tiene lugar en el salón de Caballeros del palacio de Christian VII. Tan solo en dos ocasiones este gran evento se ha suspendido. La primera vez fue en 2005 por el tsunami que asoló el sudeste asiático y en 2021 debido a la pandemia de coronavirus.
Platos de plata y menú muy escandinavo
La cena de gala en Palacio está llena de protocolos y la mesa está especialmente vestida para la ocasión. Siguiendo la tradición que data de 1740, los manjares se sirven en plato de plata. Cuando la porcelana se puso de moda, las vajillas de plata estuvieron apartadas durante siglos, pero fue en la época del príncipe Henrik, esposo de la reina Margarita quien falleció en 2018, cuando se reintrodujo la costumbre de comer en servicios de este metal.
El menú de esta gran velada no suele ser fijo y entre las exquisiteces que degusta la monarca y sus invitados se encuentra la terrina de faisán manzana y champiñones encurtidos, filete de ciervo, queso brillat-savarin al horno, tarta charlotte a la Russe, bacalao de año Nuevo, chuleta de reno con pera frita, mousse de colmenillas y salsa de pimienta, regado con los vinos que se explotan en el Chateau de Cayx, la residencia en Francia de la monarquía danesa.
El desfile en carroza dorada
El 4 de enero, la Reina celebra un acto para oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Agencia de Gestión de Emergencias, así como a representantes de las principales organizaciones nacionales y patrocinios reales. Antes de este encuentro, la Reina viaja en carroza dorada, tirada por seis caballos, desde Amlienborg hasta el Palacio de Christiansborg escoltada por el Regimiento de Húsares de la Guardia Real. Se trata del mejor carruaje de la Casa Real y fue mandado construir por Christian VII al fabricante Henry Fife en 1840. Está recubierto con pan de oro de 24 quilates, tiene cuatro coronas doradas en el techo y un escudo de armas pintado en las puertas.