En plena madurez, puede decirse queFederico de Dinamarca (55) es un príncipe más que preparado para reinar. Ha encontrado, desde que se casó con la australiana Mary Donaldson (51), la estabilidad y por fin ha asumido un destino que se resistía a aceptar: convertirse algún día en Rey de los daneses, algo que aún parece estar lejos ya que a pesar de que su madre la reina Margarita tiene 83 años no tiene ninguna intención de abdicar. Se ha convertido, tras la subida al trono de Carlos III de Reino Unido, en el heredero de más edad y tiene una vida fascinante, que incluye una juventud un tanto alocada y rebelde en la que incluso llegó a renegar de su futuro.
Federico Andrés Enrique Christian, futuro Federico X, es el decano del grupo de los herederos escandinavos en el que también están Haakon de Noruega (50) y Victoria de Suecia (46). Su vida ha transcurrido muy similar a la de otros príncipes herederos de su generación, pero especialmente ha corrido paralela a la de don Felipe. Tienen la misma edad, sus esposas (la reina Letizia y la princesa Mary tienen 51 años), se casaron casi a la vez -en mayo de 2004-, sus hijos mayores acaban de cumplir la mayoría de edad - el príncipe Christian lo hizo quince días antes que la princesa Leonor, quien cumplió los 18 años el pasado 31 de octubre-, y son primos carnales de Pablo de Grecia, otro príncipe que si en su país no se hubiera abolido la monarquía ahora sería Rey tras la muerte de su padre el rey Constantino. Es por eso que mantienen una buena sintonía, por sus coincidencias institucionales, pero también por sus lazos familiares. Cabe recordar que la reina Ana María de Grecia, cuñada de doña Sofía, es hermana de la reina Margarita y madrina del príncipe Federico.
Un príncipe que reconoció sus dificultades
Sin embargo, su vida no siempre estuvo bien encauzada. Fue hace unos años, en 2018, cuando cumplió los 50 años, cuando el mundo conoció la juventud atribulada de este príncipe. En un documental para la televisión danesa TV2, explicó cómo siendo un adolescente su mundo se vino abajo cuando se dio cuenta de cuál iba a ser su papel. Un choque de realidad que achacó a que nadie le había explicado qué “tendría que comportarme como un completo adulto”, ni siquiera su madre fue clara a la hora de contarle qué es lo que le deparaba, mientras que el joven Federico solo veía que su camino hacia el trono le haría perderse muchas otras cosas.
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Siempre deportista, aventurero e intrépido, aunque también tímido, fue apodado como el príncipe Turbo por su afición a las motos, le gusta la vela, el running y ha participado en expediciones (a Mongolia y a Groenlandia). Además de ser miembro del Comité Olímpico Internacional, Federico de Dinamarca aún conserva sobre su piel algunas marcas de ese pasado difícil. Tiene varios tatuajes que representan momentos de su vida y lejos de provocar rechazo en los daneses, goza de una popularidad muy elevada, igual que su madre, que es muy querida por los ciudadanos.
En aquella época de adolescencia, el hijo mayor de la reina Margarita tuvo diversas relaciones sentimentales que no fueron consideradas apropiadas para un futuro jefe de Estado y su rebeldía no hacía más que aumentar e incluso se vio implicado en un asunto polémico cuando la Policía detuvo un vehículo en el que él viajaba por su comportamiento sospechoso, el asunto puso patas arriba a la opinión pública danesa.
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Padre de familia
Sus lágrimas en el altar, esperando a la mujer de su vida para darse el ‘sí, quiero’ conmovieron a todo el país. A partir de ahí y gracias a su esposa, el príncipe cambió para siempre de actitud y empezó a comprender y asumir sus responsabilidades. Formaron una familia numerosa compuesta por los príncipes Christian (18), Isabella (16), Vincent, ahijado de don Felipe, y Josephine, sus mellizos de 12 años. Un esfuerzo que su madre le reconoció públicamente. “Ser príncipe heredero no es nada fácil cuando eres muy joven. Pero encontrarte tu propio camino y cada vez que empezaste un nuevo capítulo, demostraste la fuerza que vive dentro de ti. Aprendiste a apretar los dientes y completaste la carrera (...) Cuando encontraste a Mary, comenzaste un nuevo capítulo. Fuisteis dos, luego tres, luego cuatro.. Una familia entera de la que todos pueden estar felices. Tu y Mary habéis logrado crear una vida familiar segura y cálida, al mismo tiempo que juntos y por separado asumís tareas”, dijo la Reina con motivo de la celebración del 50º cumpleaños de su primogénito.
En los últimos tiempos, Federico de Dinamarca solo se ha encontrado con una piedra en su camino. La siempre comentada relación con su hermano Joaquín se volvió aún más tensa cuando la Reina decidió quitar el título de príncipes a cuatro de sus nietos. El hijo menor de la Reina siempre se ha sentido a la sombra de su hermano y la retirada de la dignidad de alteza real a sus cuatro hijos lo vivió como una afrenta personal. Tras varios cruces de declaraciones y algunas imágenes familiares, las aguas han vuelto a su cauce, al menos de puertas de Palacio para fuera.