La Familia Real danesa ha sumado un nuevo miembro. Gustav Sayn-Wittgenstein, sobrino de la reina Margarita, ha sido padre por primera vez junto a la escritora estadounidense Carina Axelsson, ambos de 54 años. La Casa Real ha confirmado la feliz noticia en un comunicado en el que informan de que la llegada al mundo se produjo el 26 de mayo en Estados Unidos mediante gestación subrogada y que los príncipes estaban presentes en el momento del nacimiento. El niño, según Billed bladet, se llama Gustav Albrecht, como su bisabuelo.
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El recién nacido es el quinto nieto de la princesa Benedicta, hermana de la monarca danesa y de la reina Ana María de Grecia, que tuvo tres hijos junto a Richard de Sayn-Wittgenstein-Berleburg, quien falleció repentinamente en marzo de 2017. El príncipe Gustav, es el mayor y le sigue la princesa Alexandra, que tiene a Ingrid y Richard. La benjamina de la familia, la princesa Nathalia, tiene a Konstantin y Louisa.
Hace solo un mes, los príncipes anunciaban que iban a comenzar una nueva etapa como familia de tres. "Están muy felices y agradecidos por esta oportunidad y agradecen a todos los involucrados que ayudaron a encontrar un camino legal a seguir", se podía leer en el comunicado. En Alemania, donde tiene fijada su residencia, está prohibido recurrir a una madre gestante, por eso han hecho los trámites necesarios en Estados Unidos.
El bebé supone el mejor regalo de aniversario de Gustav y Carina, que el 5 de junio cumplirán su primer año como marido y mujer con su deseo de ser padres ya cumplido. Celebraron primero un enlace civil y al día siguiente una boda religiosa en la capilla del castillo de Berleburg, propiedad del príncipe y ubicado en la ciudad de Bad Berleburg. En su gran día estuvieron acompañados por familiares como Federico y Mary de Dinamarca, que ejercieron como padrinos; los príncipes Joaquín y Marie de Dinamarca; y los príncipes Victoria y Daniel de Suecia.
El pequeño Gustav Albrecht es la culminación de una historia de amor fascinante, marcada por los obstáculos que el jefe de la casa Sayn-Wittgenstein-Berleburg y su esposa han logrado superar, siempre unidos. Se conocieron hace justo dos décadas en la cena de unos amigos comunes, pero no podían casarse porque el testamento del abuelo del príncipe establecía que, para no perder su puesto y el castillo alemán de la dinastía, su pareja tenía que ser noble, de raza aria y protestante.Carina no cumplía con los requisitos ya que es protestante, norteamericana y sin lazos aristocráticos.
Cuando el marido de la princesa Benedicta falleció, su heredero pugnó en los tribunales para revocar la controvertida cláusula de las últimas voluntades de su abuelo y, de esta manera, poder casarse libremente con la mujer a la que ama. Y aunque finalmente la justicia falló a su favor, lo cierto es que el proceso legal fue complicado. ¿El motivo? Su tío abuelo, el príncipe Ludwig Ferdinand, se reivindicó como el legítimo heredero alegando que su sobrino nieto incumplía ya el testamento al convivir con la autora norteamericana, que ha escrito Model Under Cover y Royal Rebel.