Se acaban de cumplir 19 años desde que Mary Donaldson contrajo matrimonio con el príncipe Federico y pasó a ser princesa de Dinamarca. En este tiempo, ha sabido conquistar el corazón de los daneses con su simpatía, su cercanía y su trabajo y se ha convertido en una princesa muy querida y, además, muy comprometida con su país de acogida, porque, aunque es natural de Australia, ha encontrado en Dinamarca su hogar. Entre sus muchas inquietudes está la conservación del medioambiente y, por ello, trabaja con varias organizaciones y es patrona del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), con quienes acaba de hacer una misión en la reserva de Geding-Kasted Mose, liberando ranas y renacuajos de la especie más pequeña de la zona.
Mary nunca necesitó, como en los cuentos, besar sapos para encontrar a su príncipe y ahora ha puesto su granito de arena para que estos animales encuentren en esta zona un lugar donde vivir. Además, estuvo plantando árboles junto al alcalde de la región y un grupo de niños, a los que explicó la importancia de cuidar la Naturaleza.