Ha sido una incógnita hasta el último momento. Solo faltan dos días para que empiecen las clases en Dinamarca cuando la Casa Real ha comunicado los centros escolares que han elegido finalmente para los príncipes Christian e Isabella, tercero y cuarto en la línea sucesoria al trono danés, continúen con sus estudios. Esta situación atípica y de última hora se debe al escándalo que se desató el pasado curso escolar entorno al internado Herlufsholm, donde estudiaba el nieto mayor de la reina Margarita, y que un documental destapó como un lugar de pesadilla en el que se producían de forma sistemática humillaciones, agresiones, violaciones y casos de bullying.
"Después de las deliberaciones que ha hecho la familia del príncipe heredero este verano, se ha tomado la decisión que el príncipe Christian comience el segundo grado en el Ordrup Gymnasium en Gentofte (una escuela secundaria pública a la que asisten 800 estudiantes) y la Princesa Isabella comienza el noveno grado en la Gymnasieskole de Ingrid Jespersen (una escuela privada que se enorgullece de tener una estrategia integral contra el acoso) en Copenhague", advierte la Casa Real en un comunicado que se acaba de emitir y en el que no se deja ninguna posibilidad a que los fotógrafos presencien ese primer día de colegio.
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Hace exactamente un año el príncipe Christian empezaba las clases en el internado Herlufshom Gymnasium ubicado en la ciudad de Naestved, a escasos 120 kilómetros de la residencia donde convivía con sus padres y sus hermanos. El Príncipe, con su uniforme de estilo británico, posaba entonces con sus padres con el flamante edificio de estilo gótico de fondo y el director del centro hacía unas declaraciones enorgulleciéndose de la elección. Entonces se suponía que la Casa Real había elegido para el futuro rey el mejor lugar posible, uno en el que las élites del país escandinavo comiencen a entablar relaciones. Por supuesto, no faltó quién opinara que una institución tan clasista –fundada en 1565 para los hijos de los nobles- no era propia de un país igualitario. Sea como fuere, el nieto de la Reina escogió quedarse allí en régimen interno, a pesar de ser una escuela con un programa en el que los alumnos pueden salir cada día a sus casas.
Ocho meses después la televisión danesa TV2 estrenó un documental de 42 minutos que se llamaba Los secretos de Herlufsholm: violencia, violaciones y acoso, en el que medio centenar de antiguos alumnos relataban las malas experiencias que habían vivido allí. En el documental antiguos alumnos contaban como el centro había cubierto casos de violaciones y como en los dormitorios compartidos los mayores se ensañaban con los más pequeños. Al principio el colegio negó las acusaciones y la princesa Mary se mostró preocupada, pero guardó cautela y hasta tener más información el príncipe Christian continúo estudiando allí. Sin embargo, cuando se hizo pública la demoledora investigación oficial que confirmaba la investigación periodística, los príncipes Federico y Mary –que se vieron sometidos a una enorme presión popular por haber elegido este lugar- tomaron la decisión de sacar a Christian del internado y de cambiar los planes de Isabella de estudiar allí al año siguiente.
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La Agencia Danesa de Educación y Calidad concluía que "existía una tradición generalizada de favorecer a ciertos estudiantes sobre otros y otorgarles privilegios especiales" y que la vida en la escuela se caracterizaba porque "algunos alumnos intimiden, humillen y ofendan a otros". Del mismo modo, el informe –compartido por el medio danés DR- advertía que la escuela no tenía ningún programa de tolerancia cero contra la intimidación, la violencia y las agresiones sexuales. El director, Mikkel Kjellberg, dimitió, pero la propia junta que gestion el colegio estaba siendo duramente criticada, además, de forma paralela se abrieron investigaciones oficiales sobre posibles delitos que se habían cometido allí, ya que algunos alumnos se han atrevido a contar su historia después de que se hubiera emitido el documental.