El pasado mes de agosto, nada más poner fin a las vacaciones de verano, comenzó una nueva etapa para Christian de Dinamarca al matricularse en el internado Herlufshom Gymnasium. En este centro educativo ubicado en la localidad de Naestved, al sur de la isla de Selandia, se desarrolla ahora la rutina del futuro rey de Dinamarca. Sus actuales obligaciones académicas le han olbigado a dejar su hogar, el castillo de Fredensborg, y a pasar el día a día lejos de sus padres y sus hermanos. Precisamente de cómo afrontó al principio esta distancia ha hablado su madre, la princesa Mary, quien ha reconocido que apoyó la decisión de su primogénito aunque para ella este cambio no fue fácil de asimilar.
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-Isabella de Dinamarca pide paso y debuta de largo, maquillada y con una actitud muy 'royal'
La esposa del príncipe Federico, heredero al trono danés, ha explicado que se siente orgullosa de la madurez que ha mostrado el príncipe Chritsian al apostar por formarse en un internado, tal y como han hecho otros miembros de la realeza europea entre los que destacan Elisabeth de Bélgica, la princesa Leonor o Alexia de los Países Bajos. Aunque considera que es una decisión correcta, también ha reconocido en una entrevista concedida a Billedbladet que cuando su primogénito lo decidió, se dijo a sí misma que no iba a pensar en ello hasta que llegara el momento de hacer las maletas y dejar el hogar familiar. "Sentí que era difícil", ha explicado sobre las sensaciones que la invadieron justo antes de acompañar a su hijo a instalarse en este edificio gótico del siglo XII donde comparte clases con otros 600 alumnos procedentes de todos los rincones de Europa y del mundo.
A pesar de estar lejos de sus seres queridos, el príncipe Christian, que se lleva tan solo dos semanas con la princesa de Asturias, sí ha podido estar presente en fechas tan señaladas como el Jubileo de Oro de su abuela. La reina Margarita celebraba este mes de enero medio siglo en el trono con varios actos oficiales junto a sus hijos, sus nueras y su hermana para después concluir la jornada con una cena sorpresa a la que se sumaban también sus ocho nietos. En el pabellón Christian VII del palacio de Amalienborg disfrutaron de una velada única llena de recuerdos, gestos significativos y, sobre todo, mucha felicidad. Tras este bonito encuentro que llegó días después de las navidades, el segundo en la línea de sucesión al trono retomó el curso escolar en el internado.
Los primeros pasos como princesa
Otra de las fechas señaladas para la realeza nórdica en las próximas semanas es el 50 cumpleaños de Mary de Dinamarca, quien se ha visto obligada a cancelar los grandes festejos que había organizado. A causa de la crisis sanitaria no se celebrará la gran cena de gala que se iba a hacer en el Castillo de Rosenborg y brindará el 5 de febrero por esta nueva vuelta al sol "de forma privada". Con motivo de este importante aniversario, la protagonista se ha sincerado sobre su parte más personal en el citado medio, donde ha recordado cómo afrontó el gran cambio de su vida: convertirse en 2004 en princesa heredera tras su enlace real con Federico de Dinamarca, al que conoció en los Juegos Olímpicos de Sidney.
"Me tomé mi tiempo para hacerlo, y es un proceso que se desarrolla en silencio hasta que construyes una base más sólida o una plataforma desde la cual trabajar", ha reconocido, mostrándose agradecida porque encontró apoyo, libertad y tiempo para adaptarse. Ha señalado además que no hay una receta para este papel y que, aunque existen tradiciones y obligaciones que deben continuar, tiene que encontrar su propio camino. Recuerda también que la primera etapa se basó en la búsqueda y exploración para focalizarse en sus intereses, que se ven reflejados en la fundación que puso en marcha y que lleva su nombre.