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isabella cr2© Steen Brogaard, Kongehuset

Tiene 14 años y es la sensación de Palacio

Isabella de Dinamarca pide paso y debuta de largo, maquillada y con una actitud muy 'royal'

La segunda hija de los príncipes Federico y Mary acaparó todas las miradas con motivo de la íntima cena de gala por los 50 años de la reina Margarita en el trono


Actualizado 17 de enero de 2022 - 16:24 CET

A sus 14 años, Isabella de Dinamarca no deja de acaparar todas las miradas en sus apariciones públicas. La segunda hija de los príncipes herederos al trono danés, Federico y Mary, se está convirtiendo en la nueva sensación de Palacio y ya ejerce de perfecta Princesa. La última vez en la que ha llamado la atención por su porte, elegancia y belleza ha sido este fin de semana con motivo de los actos del Jubileo de Oro de su abuela, la reina Margarita. Aunque las celebraciones por el medio siglo en el torno de la soberana han sido más discretas de lo que en un principio estaban previstas, debido al avance de la nueva variante y al fuerte aumento de contagios, esto no ha quitado ni un ápice de solemnidad. Ha sido en la íntima cena de gala con la que la Familia Real sorprendió a la monarca, donde hemos visto que Isabella pide paso en un acto en la que ha aparecido vestida de largo por primera vez en público, maquillada y peinada con unos significativos pendientes y dejando claro que es la digna sucesora de su madre en cuanto a estilo.

Familia Real danesa© Steen Brogaard, Kongehuset
La Familia Real danesa sorprendió con una cena de gala a la reina Margarita con motivo de su 50º aniversario en el trono

Isabella llevó un conjunto azul noche compuesto de top sin mangas y falda larga de Malene Birger con el que participó en la velada que tuvo lugar en el Palacio de Christian VII en Amalienborg. En el salón verde del Palacio se pudo ver a la Princesa en todo su esplendor con un semirrecogido que permitía ver la elección de sus pendientes: unas piezas de 18 quilates de la joyería Dulong Fine, que pertenecen a su madre. También llevó en su muñeca derecha varias pulseras. Además, Isabella lució un favorecedor maquillaje que resaltaba su belleza adolescente y posó de medio lado, con mucho estilo, junto a su tía abuela, la princesa Benedicta, como una auténtica profesional. Al igual que el resto de sus hermanos, primos y demás familiares llevó prendida la medalla de plata dorada conmemorativa con motivo del 50º aniversario de Margarita de Dinamarca en el trono.

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Lo cierto es que a pesar de haber sido una cena estrictamente familiar, la Familia Real danesa no defraudó. Si por la mañana Mary y Marie de Dinamarca cautivaron con su capa camel y su abrigo verde agua, respectivamente, por la noche, la princesa heredera eligió un diseño morado con escote en "V", mientras que su cuñada se decantó por un vestido negro con brillos. Las pequeñas de la casa, las princesas Josephine y Athena, eligieron vestidos en azul noche y blanco con estratégicas transparencias. Los nietos varones de la Reina llevaron todos esmoquin, donde los príncipes Nicolás y Vincent pusieron la nota fashion con sus pajaritas. El hijo mayor del príncipe Joaquín, que es modelo profesional, lució una con un impactante estampado de calaveras, mientras que su primo pequeño llevó una azul marino con rayas doradas. 

Familia Real danesa© Keld Navntoft, Kongehuset
La princesa Isabella, segunda hija de los príncipes Federico y Mary, se ha convertido en la revelación de Palacio con su pose, su maquillaje y su actitud

A pesar de que esta inusual cena de gala solo asistieron 14 personas, a la cita no le faltó detalle. El menú se sirvió en la vajilla danesa más exclusiva, la llamada Flora Danica, que fue usada por última vez por la Familia Real con motivo del 80 cumpleaños de la reina Ingrid, madre de Margarita de Dinamarca, en 1990. Fue creada a finales del siglo XVIII en la Royal Porcelain Factory de Copenhague y fue decorada con plantas a tamaño natural pintadas a mano. En origen iba a ser un regalo diplomático de Christian VII a la emperatriz Catalina II de Rusia, pero cuando la emperatriz murió, en 1796, el Rey se la quedó. Actualmente se conservan 1.500 piezas de las 1.800 que había en un principio y se pueden ver en el Castillo de Rosenborg y en la sala Rosen del Palacio de Chriatian VII.

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