Han pasado casi cinco meses desde que Joaquín de Dinamarca sufriera un repentino ictus que le llevó a un hospital de Toulouse, en Francia. Allí permaneció varios días ingresado antes de recibir el alta y trasladarse a la residencia gala en la que prosiguió su recuperación, poco a poco, y recibiendo alguna que otra visita, como la de su hermano, el heredero Federico. En concreto, el hijo pequeño de la reina Margarita decidió refugiarse en el castillo medieval de Cayx, un lugar entre viñedos en el que también solía descansar el recordado príncipe Henrik.
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Así es el espectacular 'château' en el que ha encontrado paz Joaquín de Dinamarca tras el ictus
Hasta ahora no habíamos escuchado al protagonista hablar tan directamente y sin tapujos sobre el duro episodio vivido en verano. Sí lo hizo su hermano Federico, que compartió la preocupación que tanto él como el resto de la familia habían sentido y aprovechó para agradecer a los médicos su rápida reacción con la que el príncipe Joaquín pudo superar el serio bache de salud. Ha sido este fin de semana cuando el hijo menor de Margarita de Dinamarca se ha pronunciado y ha desvelado cómo ha afectado a su día a día este difícil trance por el que ha pasado.
Primera imagen de Joaquín de Dinamarca después de sufrir el ictus
Joaquín de Dinamarca concedió una entrevista dos horas antes de su hospitalización de urgencia
"Estoy en buena forma, pero todavía es algo en lo que me estoy esforzando, y así será durante mucho tiempo", comienza diciendo a la cadena de televisión danesa DR en una amplia entrevista en la que no ha pasado ni mucho de puntillas por esta cuestión, sino que la ha afrontado con total naturalidad. "No solo ha afectado a mi forma física, o a mí. A mi mujer, mis hijos y mi familia en general, también. Fue un duro golpe físico para todos, por eso ellos también fueron parte de la curación, sin duda", prosigue el príncipe, casado con Marie de Dinamarca, con la que tiene dos hijos, Henrik y Athena -cabe recordar que también tiene a Nicolás y Félix, fruto de su anterior matrimonio con la condesa Alejandra-.
Con todos ellos precisamente disfrutó de unos días de vacaciones poco antes de acudir al hospital tras sentirse indispuesto. El ictus, al fin y al cabo, si le ha servido para algo es para relativizar. "Agradezco cada día a mi Creador (estar vivo). Y disfruto de mi pequeña vida en París, de poder estar juntos. Todos disfrutamos de cada momento que tenemos, hasta del más mínimo detalle, como ayudar a los niños con los deberes. Me basta solo con el hecho de que estemos juntos", confiesa antes de desvelar cómo es su día a día y su trabajo en la capital francesa, donde se mudó con los suyos hace poco más de un año.
Allí trabaja como agregado de Defensa en la embajada de Dinamarca de la ciudad del amor y, tal y como él mismo reconoce, esto le ha permitido mantener el vínculo con su país. "La princesa Marie y yo estamos orgullosos de ser los que, después de mi padre, mantenemos una mayor conexión entre Dinamarca y Francia (...). Dentro de las cuatro paredes de la casa podemos ser daneses, podemos ser franceses, podemos mezclarlo todo... ", asegura. Lo que no revela, por el momento, es qué ocurrirá una vez que se cumplan los tres años que tiene previsto pasar en París. "He decidido tomarlo todo con calma, no miraré más en el futuro. Disfrutamos viviendo el ahora. Siempre miramos hacia adelante, porque siempre habrá algo emocionante detrás de la próxima cima", concluye.