Después de unas semanas de vacaciones familiares en el Palacio Gråsten, en la región de Jutlandia, en el sur de Dinamarca, Mary de Dinamarca retomó ayer su actividad institucional y lo hizo en el acuario público de la ciudad portuaria de Grenå para soltar al mar cinco mantarrayas. Sin embargo, un lapsus de la mujer de Federico de Dinamarca eclipsó el acto y se ha visto obligada a pedir perdón.
Fue nada más llegar al acuario Kattegatcentret cuando la princesa Mary estrechó la mano del director, un gesto habitual en su día a día pero que en plena pandemia está totalmente fuera de lugar. Las cámaras estaban allí para captar el momento y en pocos minutos a la Princesa le comenzaron a llover las críticas. Mary reaccionó rápido y no ha dudado en disculparse en sus redes sociales: “Tuve un despiste y desafortunadamente llegué a estrecharle la mano. Esto me recuerda lo importante que es que nos ayudemos los unos a os otros a cumplir las recomendaciones. Cuídense y cuiden a los demás”.
La nuera de la reina Margarita recuerda en el mensaje la importancia de usar mascarillas, en el caso de Dinamarca en los espacios cerrados: “En tierra, mar y aire, tenemos que acostumbrarnos a usar mascarillas. Es importante que sigamos juntos las recomendaciones de las autoridades sanitarias”. Mary escribe esta frase mientras comparte dos selfies de ayer, uno de ella en un barco y otro en un avión, medios de transporte que tomó para llegar a su primer acto oficial después de las vacaciones. En definitiva, a la Princesa le pudo ocurrir lo que a muchos, que le costó arrancar después de las vacaciones.
De resto Mary de Dinamarca cumplió a la perfección en un acto en el que se encargó ella misma de hacer la suelta de esta especie de peces, hay que recordar que desde principios de este año es presidenta del Fondo Mundial para la Naturaleza de WWF, que trabaja para proteger las especies en peligro de extinción y difundir soluciones que puedan garantizar un futuro mejor para la naturaleza y el planeta. En el transcurso del acto a la princesa Mary le preguntaron por la evolución de su cuñado, el príncipe Joaquín, que sufrió un ictus el 24 de julio, por el que fue operado de urgencia en el hospital de Toulouse y de lo que se recupera ahora en la residencia que la Familia Real tiene en Cahors. "Estábamos en contacto constante con él. Mi marido llegó a casa muy feliz y aliviado después de visitar a su hermano", dijo la Princesa recordando la visita que le hizo Federico a Joaquín hace unos días.
Federico de Dinamarca también hizo su primera aparición en la agenda oficial este jueves, aunque eso sí, lo hizo en un acto que casi es un hobbie para él. El hijo de la Reina se unió por sorpresa a los entrenamientos de la Royal Run, una carrera que se extiende por todo el país con motivo de su cumpleaños, que es el 26 de mayo. Fue en el 2018 cuando el Príncipe se propuso cumplir 50 años corriendo cinco maratones por toda Dinamarca.
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