Dinamarca fue uno de los países que comenzaron primero la desescalada con la reapertura de centros educativos hace ya algunos días. Aunque la Casa Real se vio obligada a suspender los actos con motivo del 80º cumpleaños de la reina Margarita, ya ha ido levantando el confinamiento. Los primeros que abandonaron el que habia sido su hogar durante los días más duros del confinamiento fueron Joaquín y Marie de Dinamarca, que volaron rápidamente al país escandinavo cuando su hijo mayor, el príncipe Henrik, tuvo un episodio de bronquitis asmática. Ahora, con las cosas más calmadas, la Corte danesa ha publicado dos nuevos retratos oficiales del niño con motivo de su 11º cumpleaños y que han sido realizados por su hermana pequeña, la princesa Athena, de ocho años.
En la primera de las instantáneas el joven príncipe aparece en una de las pintorescas calles de lo que podría ser Copenhague vestido con una cazadora de camuflaje. En la segunda, el príncipe está sentado en una sala con una sudadera en color verde militar con capucha. De esta manera, la Familia Real sigue con la tendencia actual en algunas monarquías que ya no recurren a grandes fotógrafos para retratar a sus príncipes, sino que lo hacen con la ayuda de otros miembros como la duquesa de Cambridge que recientemente retrataba a sus hijos Charlotte y Louis de Cambridge con motivo de sus respectivos cumpleaños.
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Sin duda que este cumpleaños será recordado y celebrado por toda la familia como se merece después del gran susto que el nieto de la soberana danesa sufrió a finales de marzo cuando el príncipe, junto a sus padres y su hermana, viajó de París a la capital danesa aquejado de un problema respiratorio en plena pandemia del coronavirus. Joaquín de Dinamarca y su familia viven en Francia donde el hermano del príncipe Federico, coronel del Ejército, está realizando un curso de diez meses en la Academia Militar francesa. Henrik fue tratado en el hospital Rigshospitalet de una bronquitis asmática y los test dictaminaron que no había sido infectado por COVID-19. Finalmente, y después de estar ingresado en el centro sanitario, el Príncipe fue dado de alta.
Entonces, y aunque su hijo no corría riesgo, Joaquín y Marie de Dinamarca decidieron permanecer en su país y no regresar a Francia. Durante este tiempo han vivido en el Palacio de Christian VIII hasta que a finales de abril se anunció que habían regresado al castillo de Schackenborg. Situado en la península de Jutlandia, este lugar fue el castillo del segundo hijo de la monarca entre 1993 y 2014, coincidiendo con su primer matrimonio. Allí se criaron los dos hijos del príncipe Joaquín y la condesa Alexandra, los príncipes Nicolás y Félix. El alto coste derivado del mantenimiento de esta propiedad de estilo barroco hizo al hermano del heredero cambiarla por una villa al norte de Copenhague, que fue su hogar antes de establecerse en Francia.