A mediados del mes de marzo, Mary de Dinamarca y sus cuatro hijos, Christian, Isabella, Vincent y Josephine, pusieron fin a su aventura suiza. Su intención era pasar doce semanas allí mientras los niños se formaban en una escuela internacional de Verbier, pero la crisis sanitaria del COVID-19 precipitó su regreso a Dinamarca. Una vez en Copenhague, la princesa y sus hijos se reunieron con el príncipe heredero Federico, y todos se instalaron en la residencia oficial de la reina Margarita, en Amalienborg. Allí también coincidieron con Joaquín y Marie de Dinamarca, recién llegados de París.
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La primera foto de Federico y Mary de Dinamarca tras su precipitada vuelta de Suiza
Durante varias semanas convivieron todos juntos, hasta que el hijo menor de la soberana decidió poner punto final a la cuarentena y trasladarse con su mujer y sus dos hijos, Henrik y Atenea, al castillo de Schackenborg, situado en la península de Jutlandia. Aquí se criaron los otros dos hijos de Joaquín de Dinamarca, Nicolás y Félix, fruto del matrimonio del príncipe con la condesa Alejandra. Este viernes ha sido el propio Federico quien, según ha anunciado la Casa Real danesa, ha hecho las maletas y se ha mudado a la Casa de la Cancillería del castillo de Fredensborg. Un enclave situado a 40 kilómetros al norte de la capital danesa.
El nuevo hogar de Federico, Mary y sus cuatro hijos es, no obstante, provisional. Está previsto que pasen aquí varios meses, aunque desde palacio no se ha especificado el tiempo exacto que permanecerán en este lugar. No es la primera vez que la familia se aloja en la Casa de la Cancillería. Lo hicieron, por ejemplo, hasta el año 2010, mientras su residencia de Amalienborg sufría una importante remodelación. Para los dos hijos mayores de los príncipes es como su segundo hogar, de hecho, pues aquí pasaron su primer año de vida.
Así es el castillo de Fredensborg, un lugar con historia
Según reza el comunicado oficial hecho público este viernes por la tarde, también pasaron por la Casa de la Cancillería en la época de su boda, allá por mayo de 2004. El edificio, de 1731, fue residencia de la reina Ingrid durante muchos años. Después, fue reformado. Desde 2010, es decir, durante la última década, Federico y Mary han pasado temporadas en Fredensborg de manera regular, pero hasta ahora no había vuelto a ser oficialmente su hogar.
El confinamiento de los 'royals' daneses
Los hijos de los príncipes herederos al trono danés están aprovechando estas semanas para, entre otras cosas, jugar al fútbol, continuar con sus clases de manera online, hacer videollamadas con sus amigos e incluso disfrutar de piruetas y saltos en una cama elástica. La cuarentena en este país es muy distinta a la que están viviendo en otros, como España. La primera ministra Mette Frederiksen anunció hace unos días algunas de las medidas de la fase de desconfinamiento. Una de ellas era la que versaba sobre las escuelas y las actividades de ocio destinadas a alumnos de hasta 11 años, que se retomarían a partir del 15 de abril. Por ello, Josephine y Vincent, los dos hijos pequeños de Federico y Mary, han vuelto a las aulas, al igual que otros muchos niños de su edad.