Semana complicada para Federico y Mary de Dinamarca. Después de que, hace solo unos días, saliera a la luz que el lugar en el que están residiendo la princesa y sus hijos durante su estancia de doce semanas en Suiza es una cabaña adquirida por el matrimonio hace una década, las críticas se han avivado, colocando al heredero en el centro del huracán mediático. Sin embargo, la polémica no solo ha venido dada por el asunto del refugio alpino de Verbier, sino por otra cuestión más que ha salpicado incluso al gobierno y a las Fuerzas Armadas del país.
Joaquín de Dinamarca también hizo frente a la polémica hace unos meses
La polémica casa en las montañas suizas
Las primeras críticas al respecto surgían al revelarse la compra del chalet. Poco después se conoció que la adquisición se llevó a cabo, al parecer, con dinero procedente de los ahorros privados de Federico y Mary de Dinamarca. Pero eso no ha impedido que resurjan con más fuerza aún las opiniones en contra al descubrirse que los príncipes herederos alquilaron durante varios años la vivienda. Y es que no está bien visto que los miembros de la Familia Real hagan negocios cuando ya reciben una asignación pública libre de impuestos.
La razón por la que a Federico de Dinamarca le impidieron la entrada en un bar
El aluvión de comentarios negativos ha tenido como consecuencia que la residencia se retire del mercado de alquiler, tal y como confirmaba en los últimos días Lene Balleby, responsable de comunicación de la Casa Real danesa, quien aprovechaba además para aclarar que el dinero que se ingresó por la renta de la casa se destinó a la operación de compra, al mantenimiento y al préstamo que se solicitó en su momento y que en ningún caso hubo beneficios para la pareja.
Acceso a información confidencial y a asuntos internos del Ministerio de Defensa
En medio de la controversia suscitada a cuenta del refugio alpino de Verbier, esta semana surgía otra cuestión también polémica, aunque de distinta índole, como consecuencia de una pregunta de la parlamentaria Anne Valentina Berthelsen. La política se interesaba por las diversas reuniones privadas que había mantenido Federico de Dinamarca con los principales miembros de las Fuerzas Armadas del país y por si en estos encuentros se había intercambiado algún tipo de información sensible o confidencial. Rápidamente, la ministra de Defensa, Trine Bramsen, salía al paso y desmentía que el príncipe heredero hubiera podido tener acceso a cualquier asunto interno del gobierno.
"No se han discutido asuntos específicos o delicados para la Defensa. Es evidente que las conversaciones y decisiones sobre este tipo de cuestiones o sobre las Fuerzas Armadas deben hacerse a través de los canales oficiales", era la respuesta de la titular de Defensa. Por su parte, la Casa Real danesa no se ha pronunciado por el momento acerca de este otro tema que ha convertido al hijo de la reina Margarita, de nuevo, en blanco de las críticas y le ha colocado en el punto de mira de los medios de comunicación de su país.