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Federico y Mary de Dinamarca han tenido la agenda bien ajetreada este fin de semana, pero todo en clave cultural, una de las áreas preferidas de los príncipes que, como da año, han sido ls encargada de entregar los galardones que llevan su nombrey que reconocen la contribución a la cultura de diferentes personalidades. Antes de la gran gala, la pareja, que comparte su pasión por el arte moderno, visitó el museo Brandst en la localidad de Odesen, donde han disfrutado de una completa visita guiada de la que no han perdido detalle.
© @detdanskekongehus
© @detdanskekongehusA su llegada al centro de arte fueron recibidos por el alcalde de la ciudad, Peter Rahbaek Juel, y el director del museo, Mads Damsbo. Además, unos niños obsequiaron a la princesa, que apostó para la ocasión por un pantalón gris con chaqueta abotonada rosa, con un bonito ramo de flores. Durante su visita, la pareja pudo conocer la obra El gran filtro creada por el artista danés Adam Jeppesen. La obra consta de 2.000 esculturas de cemento en el suelo emulando castillos de arena. Con ello, el escultor pretende hacer una reflexión sobre el anhelo del hombre por la eternidad y, al mismo tiempo, sobre lo perecedero de la vida.
Después del interesante recorrido por el múseo, donde hemos podido ver a los príncipes muy curiosos observadnod cada detalles y comentando entre ellos lo que más le llamaba la atención, se dirigieron al teatro Odeon en la misma ciudad donde tenía lugar el ensayo general de la gran ceremonia de entrega de los premios de cultura que entrega desde 2004 el príncipe heredero y su esposa. Alli, sentados en las escaleras del escenario, se hicieron una fotografía que han compartido en su cuenta oficial en la que parecen decírselo todo con la mirada. La pareja, que siempre hizo gala de una gran complicidad, se preparaba así para la gran noche de la cultura en la que Mary ha deslumbrado con su increíble vestido largo con estote romano en tono rosa empolvado y una elegante capa.
© @detdanskekongehus
© @detdanskekongehusEstos premios nacieron en 2004 como un regalo de bodas de la fundación Bikuben a la pareja y con estas distinción se pretende reconocer y valorar a todos aquellos que con su actividad realicen importantes logros sociales y culturales en Dinamarca. El príncipe heredero entregó el premio de la cultura 2019 a la cantante de ópera Elsa Dreisig a la que dedicó unas emocionantes palabras: "Cuando Elsa Dreisig despliega su talento para el canto, su voz golpea al público con una pureza que es indica su sensual melancolía, exceso artístico y versatilidad".
