El 14 de mayo de 2004 Federico y Mary de Dinamarca se daban el 'sí, quiero' en la Catedral de Copenhague ante la presencia de más de 800 invitados, entre los cuales se encontraban numerosos miembros de las principales casas reales del mundo, jefes de estado y de gobierno y amigos y familiares de los novios. Tras responder afirmativamente con un 'Ja' alto y claro -que se traduce como sí, en danés-, los recién casados procedieron a intercambiarse los pertinentes anillos mientras el obispo Erik Norman Svendsen les declaraba marido y mujer.
Así fue la ceremonia nupcial de Federico y Mary de Dinamarca
La emotiva declaración de amor de Federico de Dinamarca a su esposa en su discurso de bodas
Cuando están a punto de cumplirse quince años de aquel histórico y romántico día, una curiosa anécdota relacionada precisamente con las alianzas ha salido a la luz. Ha sido uno de los protagonistas, concretamente el hijo de la reina Margarita de Dinamarca, el encargado de desvelar qué ocurrió con su anillo de bodas. En una entrevista concedida para la publicación danesa Billed Bladet, el heredero al trono ha reconocido que tan sólo cuatro años después de su boda perdió la sortija durante un viaje que realizó a Florida y cómo consiguió hacerse con otro nuevo.
Ocurrió en el año 2008 cuando Federico de Dinamarca viajó hasta la zona sur de Estados Unidos. En un arrecife de coral de Key West pudo disfrutar de una de sus grandes pasiones: el buceo. Eso sí, aquella jornada de diversión se tornó en preocupación cuando se dio cuenta de que no llevaba consigo su alianza de boda y que, con toda probabilidad, esta había quedado sumergida en el fondo del mar. Sin embargo, no todo fueron malas noticias. El marido de Mary de Dinamarca pudo conseguir, en poco tiempo, otro nuevo anillo. ¿Cómo? recurriendo al mismo material que había sido utilizado para crear y realizar las alianzas de boda del matrimonio en el año 2004.
El otro anillo de Mary de Dinamarca: la piedra de los señores con los colores de la bandera del país
Y es que las sortijas de la pareja están hechas por el joyero de la corte Peter Hertz en oro groenlandés de la mina Nalunaq, en el sur de Groenlandia, un lugar que cerró en el año 2013. Por aquel entonces, todavía había oro disponible para poder confeccionar un nuevo anillo. "Fue maravilloso que aún quedara algo. Eso sí, ¡ahora siempre me lo quito cuando voy a bucear!", bromeó durante la entrevista con el citado medio danés, en la que dejó claro con estas declaraciones que el submarinismo es, junto con el atletismo, una de sus grandes pasiones.
De ¡príncipe Turbo' a padre de familia numerosa: lo que todavía no sabías de Federico de Dinamarca