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Polifacética donde las haya, Alejandra ‘de Dinamarca’ perdió su título de princesa cuando de divorcio del príncipe Joaquín pero su presencia mediática sigue intacta. Es más, probablemente ha ido en aumento desde que su hijo Nicolás dio el salto al mundo de la moda y desde que protagonizó ese tenso momento con Marie de Dinamarca. ¿Lo último? La condesa de Frederiksborg ha escrito un libro pero hay un capítulo que se ha saltado.
La prensa danesa le está dando una amplia cobertura al libro que acaba de publicar la condesa Alejandra, no todos los días la que fuera nuera de la Reina cuenta sus vivencias. Mit lykkelige land (Mi país feliz) habla sobre los altibajos de la vida y del camino para encontrar la felicidad en uno de los países modelo del estado de bienestar. Billed Bladet señala que en sus páginas Alejandra relata cómo fue convertirse en miembro de la familia real, habla de sus hijos, los príncipes Félix y Nicolás, y también destaca las buenas relaciones con su ex y su mujer, la princesa Marie; algo que llega cuando todavía colea el gesto que las cámaras captaron este verano durante la graduación de Nicolás.
Hasta aquí parece que no hay ninguna sorpresa, es decir, es más o menos lo que los medios del país esperaban encontrar en estas páginas. Sin embargo, SE og HØR, el mismo diario danés que captó esos momentos de tensión que Alejandra calificó como “un invento personalmente ofensivo”, señala una notable ausencia en el libro de la Condesa.
“La exprincesa alaba a todos los miembros de la Casa Real pero no dedica ni una palabra a Martin”, afirma el citado diario después de leer las 276 páginas que ha escrito junto al periodista, autor y conferencista Rikke Hyldgaard. Hay que recordar que tras su divorcio con el príncipe Joaquín, Alejandra se casó con Martin Jørgensen, catorce años más joven que ella y quien había ejercido de fotógrafo para la Casa Real en varias ocasiones. A SE og HØR le llama la atención que a pesar de estar juntos casi una década, Alejandra no le dedique una página en este repaso de su búsqueda de felicidad; según señalan tampoco habla de su segundo marido durante las entrevista.
De quién si habla es del príncipe Joaquín y de relación que mantiene con él. “Joaquín y yo realmente somos muy buenos amigos. Nos respaldamos mutuamente y tenemos en común dos niños maravillosos. Pero no somos buenos amigos porque deba ser así por el bien de nuestros hijos, siemplemente lo hemos vuelto a ser. No creo que puedan decirse ‘vamos a ser amigos porque tenemos dos hijos’. No es tan fácil”, explica la condesa de Frederiksborg al diario ALT. “Un feliz divorcio es mucho mejor que un mal matrimonio”, añade Alejandra al mismo medio al que también ha contado que no se ha cerrado al amor aunque está satisfecha de verse fortalecida sin un hombre a su lado.
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