Lo tiene todo (linaje, belleza, inteligencia, carácter…), pero no se conforma con lo recibido y aún aspira a más. En esas se encuentra: superándose. Tan solo unos días después de triunfar en la pasarela parisina de la mano de Dior, Nicolás de Dinamarca ha añadido otro logro a su historial. Según comunicaba la Casa Real danesa a principios de semana a través de sus redes sociales, el joven de 18 años se ha graduado en la Escuela internado de Herlufsholm en Næstved, Dinamarca, y no con cualquier nota. El hijo mayor del príncipe Joaquín se ha convertido en el 10º mejor estudiante de su promoción, un puesto que inscribió en el interior de su gorra de graduación.
De Londres a París: el príncipe Nicolás de Dinamarca vuelve a subirse a la pasarela
Nicolás de Dinamarca reúne a toda su familia para celebrar su 18 cumpleaños
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Merecían todo el esfuerzo, más que la puntuación final en sí misma, la propia satisfacción de alcanzar las metas, la celebración compartida con los compañeros de fatigas y la dulce recompensa de saberse el orgullo de los suyos. Por supuesto la familia al completo -sus padres, el príncipe Joaquín y su primera mujer, la condesa Alejandra; su hermano el príncipe Félix y la princesa Marie, segunda mujer de su padre- quiso estar al lado del príncipe Nicolás en un día tan especial y ser los primeros en felicitarle con besos y abrazos por sus buenos resultados, tal y como hemos podido ver en las imágenes publicadas en la cuenta oficial de Instagram de la Casa Real danesa. A pesar de estar divorciados desde el año 2005, la relación entre el príncipe Joaquín y su exmujer, la actual condesa Alejandra de Frederiksborg, es fluida y es bastante habitual verles juntos en acontecimientos familiares, si bien el príncipe Joaquín ha rehecho su vida con la princesa Marie y es padre de otros dos niños, los príncipes Henrik y Athena.
Una vez se dio por felicitado, el príncipe Nicolás se puso la gorra y comenzó a embalar sus cosas del internado en cajas, que luego metió en el automóvil del príncipe Joaquín con rumbo a unas merecidas vacaciones. A la vuelta del verano, seguirá haciendo camino. No exclusivamente en las pasarelas, pese a su éxito: “No quiero hacer una carrera como modelo, me parece un trabajo interesante mientras me estoy formando”, declaró el príncipe Nicolás a la publicación Tæt På. Ahora también desfilará en el cuartel de Varde de Jutlandia como soldado de la reina Margarita.
El príncipe Nicolás se quitará el uniforme escolar, las últimas tendencias de la moda y las mejores galas de palacio y se enfundará el traje militar para instruirse como oficial. Las chicas de Varde estarán sin duda emocionadas de poder conocer al Príncipe en la vida nocturna de la ciudad una vez comience su entrenamiento militar en la península danesa, pero el nieto de la reina Margarita no les dará demasiadas oportunidades: pasará los fines de semana en Copenhague. “Cuando era más joven, quería estudiar en algún lugar en el extranjero, con suerte en Hong Kong. Ahora disfruto mucho estando en Copenhague y no puedo verme en ningún otro lado en este momento. Aunque estaré en Jutlandia la mayor parte de mi instrucción militar, iré a Copenhague la mayoría de los fines de semana”, ha declarado en una entrevista con la revista internacional de moda Dust.
El príncipe Nicolás tiene una cabeza dotada para los estudios y un físico dotado para la moda y, mientras la balanza se inclina a uno u otro lado, se dedicará los próximos dos años a obtener la capacitación como oficial de apoyo. Es solo el movimiento siguiente, pero lo que es seguro es que el Príncipe no tiene la intención de ser un espectador de su propia vida: “Quiero ser tan influyente como sea posible y definitivamente marcar la diferencia. Cuando comience el servicio militar después de las vacaciones de verano, formaré parte de algo más grande que yo”. Y así también él se hará más grande.