Margarita de Dinamarca y los príncipes herederos Federico y Mary rompen el luto
A pesar de que faltaban todavía días para que concluyera el periodo oficial de duelo por la muerte de Henrik de Dinamarca, la soberana y los príncipes no quisieron cancelar la tradicional cena en homenaje a las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea del país, que se celebra cada 11 de marzo, con ocasión del aniversario del nacimiento del rey Federico IX, padre de la actual monarca
Margarita II de Dinamarca ha vuelto. Al reino, después de haber pasado parte de su duelo en Noruega tras el funeral de su marido, mientras su Heredero asumía la regencia del 26 de febrero al 11 de marzo. Y a la vida oficial, aunque el periodo de luto no haya concluido todavía, para rendir homenaje el 11 de marzo a las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea del país como siempre en esta fecha, en la que se conmemora también el aniversario del nacimiento del rey Federico IX, padre de la actual monarca.
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No quería faltar como nunca, pese a las circunstancias: el dolor insuperable y un periodo de luto que oficialmente no finalizaba hasta mañana, 14 de marzo, o bien un mes después de la muerte del príncipe Henrik, acaecida el 13 de febrero pasado. Así que rompía el duelo para no romper la tradición y, arropada por el príncipe Federico y la princesa Mary, ofrecía el pasado domingo en el palacio de Fredensborg la cena en honor al ejército, y especialmente a los oficiales que han cumplido los 25 años de servicio en las Fuerzas Armadas y la Fuerza Aérea de la nación. Los príncipes Federico y Mary cumplieron con el ritual de la prensa, pero la reina Margarita se reservó en esta ocasión y no posó a las puertas de palacio.
También Fredensborg parecía que se guardaba de las cámaras su tristeza con la neblina de aquella noche. Un vídeo oficial de la Casa Real danesa ha mostrado, sin embargo, algunos momentos de la velada en su interior, en los que se ha visto que la reina Margarita vistió de riguroso negro; que su nuera la princesa Mary optó por un vestido azul de medianoche que, al quitarse la capa de abrigo con la que entró en la residencia real, se descubrió que tenía un cuerpo de encaje con escote asimétrico, y que el príncipe Federico iba de uniforme como exigía la etiqueta de la cita. Ninguno estaba para celebraciones, pero todos estaban para el reino.