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Dinamarca continúa llorando la pérdida del príncipe Henrik, que falleció el pasado martes a los 83 años de edad. Las calles de Copenhague continúan llenas de flores, coronas, velas y mensajes de recuerdo en honor al marido de Margarita de Dinamarca, cuyo féretro se ha trasladado este viernes desde el Palacio de Christian IX en Amalienborg hasta la Iglesia del Castillo de Christiansborg.
Igual que hicieron durante la mañana del jueves desde Fredensborg, residencia que eligió el Príncipe para pasar sus últimas horas, hasta la capital danesa, la Famila Real al completo ha acompañado el recorrido en una ruta que ha pasado por lugares muy señalados para la vida de Henrik en Dinamarca, como la iglesia de Holmen, en donde se casó con la entonces heredera de la Corona danesa en 1967 o por la Embajada Francesa, cuya fachada se había cubierto con una enorme imagen del Príncipe y con una frase suya escrita en francés: “La poesía es el néctar del espíritu”. Hay que recordar que el Príncipe que escribió varios libros de poemas, nació en Francia, sirvió a su país como diplomático y que Emmanuel Macron, Presidente de la República Francesa, señaló en sus condolencias la importante labor que hizo durante toda su vida para fortalecer las relaciones entre ambos países.
El féretro del príncipe Henrik llega a Copenhague y la Familia Real recibe el cariño de los daneses
Ni funeral de Estado, ni mausoleo real… Henrik de Dinamarca tendrá un último adiós a su estilo
Las calles se llenan de flores, coronas y mensajes en homenaje a Henrik de Dinamarca
La reina Margarita, los príncipes Federico y Joaquín con sus esposas, las princesas Mary y Marie respectivamente, y sus ocho nietos han seguido el coche fúnebre, visiblemente emocionados en el caso del heredero, en una ruta que ha pasado por los lugares más destacados y emblemáticos de la capital danesa como la Nueva Plaza del Rey o las calles de Bredgade y Frederiksgade para finalmente llegar al Castillo de Christiansborg en donde han sido recibidos por el sacerdote de la Familia Real, Erik Norman Svendsen. Ahí ha tenido lugar una ceremonia privada para la familia más cercana.
Los restos mortales del Príncipe, por expreso deseo suyo, serán cremados en una ceremonia íntima y a su funeral, que tendrá lugar el 20 de febrero a las 11 a.m. en la iglesia del Palacio de Christiansborg, asistirán su familia y amigos más cercanos. Sus cenizas se esparcirán a partes iguales: una mitad en el mar danés y la otra mitad será depositada en los jardines privados del Palacio Fredensborg. Desde el sábado hasta el lunes los daneses, que se han volcado por completo en la despedida, podrán despedirse del príncipe que tuvo una vida apasionante y una personalidad propia que mantuvo hasta el final.
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