Fallece Henrik de Dinamarca

El marido de la reina Margarita de Dinamarca ingresó el pasado 28 de enero en el Rigshospitalet en Copenhague para ser tratado de un tumor benigno en el pulmón y el martes día 13 fue trasladado al palacio de Fredensborg, donde ha fallecido

por hola.com

Henrik de Dinamarca ha fallecido a los 83 años en el palacio de Fredensborg, donde había sido trasladado el martes 13 de febrero desde el hospital Rigshospitalet, a causa de una infección pulmonar que agravó su ya de por sí delicado estado de salud y de las complicaciones derivadas de sus continuos problemas vasculares. Tal y como señala la Casa Real danesa en un breve comunicado (se difundió de madrugada): "Su Alteza Real falleció en torno a las 23.18 horas de la noche. Estaba acompañado por la Reina y sus dos hijos". El marido de la reina Margarita permaneció ingresado en el citado centro médico desde el pasado 28 de enero para tratarse también de un tumor benigno en el pulmón izquierdo, pero el pasado martes 13 de febrero se comunicó que había sido trasladado al palacio de Fredensborg, como era su deseo.

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La Casa Real informó del empeoramiento el viernes 9 de febrero a través de un comunicado, tal y como venía haciendo en los últimos tiempos con cada noticia relacionada con la situación del consorte. Ese mismo día, además, el heredero al trono danés, el príncipe Federico, suspendía su viaje en Corea del Sur a fin de regresar lo antes posible al lado de su padre, lo que se interpretó como una señal de la gravedad del estado de Henrik, quien en los últimos tiempos había visto cómo su salud se deterioraba progresivamente.

Desde enero de 2016 ya no ejercía sus obligaciones oficiales como marido  de la reina Margarita y se retiró a un segundo plano, tal y como días antes había anunciado la monarca en su tradicional discurso de Fin de Año. La jubilación del príncipe Henrik no sorprendió a los daneses, pues en no pocas ocasiones ya había manifestado su disconformidad con el rol de consorte que le tocaba asumir. "No es ningún secreto que el Príncipe durante muchos años ha sido infeliz con su papel y el título que se le ha otorgado en la monarquía danesa. Un descontento que se ha incrementado en los últimos años", confesó Lene Balleby, directora de comunicación de la Familia Real, en exclusiva a BT.

"Si la reina quiere que me sepulten junto a ella debe hacerme rey consorte, eso es todo", manifestó él por su parte durante una controvertida entrevista difundida el pasado mes de agosto plagada de frases polémicas del tipo "ella me toma por tonto" o "no me casé con la Reina para que me entierre en Roskilde". Por aquel entonces, ya eran de sobra conocidas sus salidas de tono y en esta ocasión la razón de su enfado era su negación a ser enterrado junto a su mujer en la catedral de Roskilde en un cenotafio doble que ella había dispuesto y que había sido encargado al escultor Bjørn Nørgaard.

Un mes después de aquel episodio, la Casa Real aclaraba las causas de la última excentricidad del marido de Margarita de Dinamarca mediante un comunicado oficial. "Tras un largo seguimiento y, más recientemente, una serie de exámenes que se han realizado durante el verano, un equipo de especialistas del Hospital del Reino ha concluido que Su Alteza el príncipe Henrik sufre de demencia. El diagnóstico implica una degeneración en la función cognitiva del Príncipe. La extensión de esta afectación cognitiva es, de acuerdo al hospital, mayor de lo que cabría esperar a una persona de su edad, y puede ir acompañada de cambios en su comportamiento, reacciones, juicio y emociones y afectar también a su interacción social. Como consecuencia del diagnóstico, el Príncipe reducirá sus actividades, y los patronatos y representaciones honoríficas serán consideradas", explicaba la nota oficial.

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Semanas antes, Henrik de Dinamarca había sido hospitalizado, aunque en aquella ocasión se debió a "un dolor en su pierna derecha" derivado de una cirugía anterior, concretamente de una angioplastia, para tratarle de los problemas vasculares y, en definitiva, de la arterioesclerosis que padecía desde hacía tiempo. La operación se llevó a cabo en el hospital de Aarhus durante sus vacaciones de verano y supuso un nuevo bache en la salud del príncipe, que sufriría otra recaída meses después, concretamente durante sus vacaciones en Egipto, el pasado mes de enero.

Fue entonces cuando la Casa Real de Dinamarca emitió un nuevo comunicado para anunciar que el marido de la Reina había regresado abruptamente de sus vacaciones en Sharm el Sheik para ser hospitalizado de nuevo con la intención de "someterse a nuevas pruebas". Su estado de salud volvía, una vez más, a deteriorarse y aunque a finales de enero el Palacio no desgranó las causas concretas del ingreso, sí lo hizo días después. El 2 de febrero elegía la misma vía oficial para dar a conocer que el Príncipe consorte permanecía en la unidad de cirugía pulmonar del Rigshospital para "examinar un tumor en el pulmón izquierdo. Afortunadamente, ha resultado ser benigno". La Casa Real, además de poner fin a las especulaciones, anunciaba la intención de trasladar a Henrik de Dinamarca a la unidad de infecciones para someterse a un tratamiento y, una vez recibiera el alta hospitalaria, instalarle en el Castillo de Fredensborg para su recuperación.

Un francés pintoresco

El marido de la reina Margarita nació en junio de 1934 en Francia, en el seno de una familia aristócrata. No en vano su padre era conde de Monpezat. Conoció a la reina Margarita durante una cena en la embajada de Francia en Londres y se enamoraron. Se casaron en 1967, un día antes de que Henrik cumpliera los 33 años. De su unión nacieron dos varones: Federico, el heredero, y Joaquín.

Ya convertida en Reina, su esposa quiso honrar a su familia política y le otorgó el título de conde de Monpezat, que perteneció a su padre. Sin embargo, Henrik de Dinamarca siempre ansió convertirse en rey y no quedar relegado a un mero príncipe consorte, con un rango incluso inferior al de su primogénito. Con la llegada de su jubilación, las aguas volvieron a su cauce y Henrik pudo disfrutar de este último tiempo de muchos de sus hobbies, entre los que se encontraba la producción de vino en el Château de Cayx, la finca que poseía en Francia.