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La Casa Real Danesa ha emitido este mediodía un breve comunicado a través de su página web en el que informa de la hospitalización del príncipe Henrik de Dinamarca, marido de la reina Margarita. "Su Alteza Real el príncipe Henrik ingresó en el Hospital Rigs de Copenhague ayer por la noche aquejado de un dolor en su pierna derecha. La razón de su hospitalización es esta creciente molestia derivada de la cirugúa a la que el Príncipe se sometió a mediados de julio, cuando se le operó en la ingle derecha y se le realizó una angioplastia a través de la arteria situada en ese lado de la pelvis. Se le está tratando con medicamentos y se espera no tener que realizarle nuevas cirugías. No se sabe cuánto tiempo permanecerá hospitalizado".
Este último varapalo de salud para el consorte danés llega mientras disfrutaba de sus vacaciones junto a su esposa Margarita en su espectacular castillo entre viñedos en el Château de Cayx, la finca que posee en Cahors, Francia, su país de origen, y en plena polémica tras su última salida de tono. En ella confesaba a la prensa danesa que no deseaba ser enterrado junto a su esposa, contradiciendo así lo que había dispuesto ella de descansar juntos en la catedral de Roskilde.
Una vez más este conflicto está relacionado con el eterno deseo de Henrik de ser nombrado rey consorte y de disfrutar así del título de Majestad, el mismo rango de su mujer, circunstancia en la que sí aceptaría ser enterrado junto a ella. Una reclamación que no oculta la Casa Real. “No es ningún secreto que el Príncipe durante muchos años ha sido infeliz con su papel y el título que se le ha otorgado en la monarquía danesa. Un descontento que se ha incrementado en los últimos años”, aclaró Lene Balleby, directora de comunicación de la Familia Real, en exclusiva al danés BT.
"Si la Reina quiere que me sepulten junto a ella, debe hacerme rey consorte, eso es todo. Ella me toma por tonto. No me casé con la Reina para que me entierren en Roskilde" o "Mi esposa decidió que quería ser reina, y estoy muy contento con eso; pero como persona, debe saber que si un hombre y una mujer están casados tienen que ser iguales” son solo algunas de las declaraciones que sacudieron a Dinamarca y que ahora quedan a un lado para centrarse en la recuperación de su Alteza Real.
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