Si por algo es conocido el príncipe Henrik de Dinamarca -además de por producir unos excelentes vinos en el Château de Cayx, la finca que posee en Cahors- es por tener periódicas salidas de tono que producen más de un dolor de cabeza a los daneses y, en particular, a la Casa Real. Los últimos comentarios del marido de la reina Margarita no tienen desperdicio y es el tema del que todo el mundo habla en Dinamarca.
Jubilado desde el año pasado e instalado en su espectacular castillo entre viñedos, el príncipe Henrik, lejos de canalizar su comunicación a través de la Casa Real, contó a la prensa que no quería ser enterrado junto a su esposa, contradiciendo así lo que había dispuesto ella de descansar juntos en la catedral de Roskilde en un sarcófago doble que había sido encargado al escultor Bjørn Nørgaard.
- El príncipe Henrik de Dinamarca se jubila
Al principio desde la Casa Real no se dio explicación a las palabras de Henrik, pero entonces se desataron los rumores que apuntaban a que el conde –que nació en Francia y pasó su infancia en la entonces Indochina francesa, actual Vietnam, en donde su padre tenía intereses empresariales- podría tener la intención de ser enterrado en Francia. La Casa Real pretendió entonces zanjar el tema diciendo que la Reina estaba de acuerdo con la decisión y que esto no afectaba al funeral que se había planeado para ella. “Se ha sugerido en diversos medios que el Príncipe podría se enterrado en Francia, esto no es cierto. El Príncipe ha trabajado más de 50 años para Dinamarca y será enterrado en Dinamarca, aunque las circunstancias están por determinar”, se advirtió desde el canal oficial.
¿Qué es lo que ha motivado la polémica? Una vez más el eterno deseo de Henrik de ser nombrado rey consorte y de disfrutar así del título de Majestad y del mismo rango de su mujer, circunstancia en la que sí aceptaría el ser enterrado junto a ella. Una reclamación que no oculta la Casa Real. “No es ningún secreto que el Príncipe durante muchos años ha sido infeliz con su papel y el título que se le ha otorgado en la monarquía danesa. Un descontento que se ha incrementado en los últimos años”, aclaró Lene Balleby, directora de comunicación de la Familia Real, en exclusiva al danés BT.
La historia no ha terminado aquí, ya que cuando la revista Se og Hør pilló al Príncipe entrando en su Château y le preguntó por el tema, el marido de la Soberana no se mordió la lengua. "Si la Reina quiere que me sepulten junto a ella, debe hacerme rey consorte, eso es todo”, advirtió en una entrevista plagada de frases polémicas. "Ella me toma por tonto. No me casé con la Reina para que me entierren en Roskilde" o "Mi esposa decidió que quería ser reina, y estoy muy contento con eso; pero como persona, debe saber que si un hombre y una mujer están casados tienen que ser iguales” son solo algunas de las declaraciones que han sacudido a Dinamarca.
Los medios del país ponen el foco en lo inoportuno de poner un micrófono delante de un hombre de "edad avanzada" o en la posibilidad de un relevo generacional, algo que siempre ha sido descartado por parte de la Reina. Mientras las inesperadas palabras del Príncipe consorte no han cambiado los planes del matrimonio de pasar sus vacaciones juntos en Francia, según aclaró la propia Casa Real, y los Herderos, Federico y Mary, protagonizan unas vacaciones de ensueño con sus cuatro hijos al margen de esta polémica.