Mary de Dinamarca, bailando a ritmo de solidaridad
Mary de Dinamarca ha cruzado Europa para dar un baile de puro sentimiento con las mujeres de Burkina Faso en África Occidental. La Princesa siguió a ritmo de solidaridad el compás impuesto por las locales en una visita oficial de dos días, 27 y 28 de abril, centrada en el ejercicio de los derechos de salud sexual y reproductiva de las mujeres y de las niñas.
La Princesa danesa, acompañada en este desplazamiento por el Ministro de Asuntos Exteriores -el príncipe Federico se encontraba ese mismo miércoles con las tropas en Irak-, se metió de lleno en faena con su visita a un centro de salud local en Korsimoro, región de Kaya. La Heredera, vestida para África con una blusa blanca con jaretas y una falda larga de vuelo con estampado gris y blanco, se interesó por su gente.
Comprobó in situ el funcionamiento de los servicios médicos y, tras su recorrido por la sala de consultas y las habitaciones, conoció a algunas de las mujeres que acudían esa mañana a su cita médica. Como siempre, saliendo al encuentro con sonrisa amable y mano amiga. Además de los proyectos de índole humanitaria, y de la ayuda prestada a una joven mamá de quince años que sin los recursos estaba abocada a abandonar el colegio para cuidar a su bebé de dos meses, la princesa Mary se reunió con las autoridades del país.
Con el presidente Roch Kaboré en el Palacio Presidencial en la capital Ouagadougou y, como es lo habitual en este tipo de visitas oficiales, fue también invitada de honor del Primer Ministro en una cena en su honor como broche a su primer día en Burkina Faso.
El segundo día de visita tuvo una agenda casi más llena que el primero, y sin casi más impactante. Primero la Princesa heredera y el Ministro de Asuntos Exteriores fueron a conocer el funcionamiento del tratamiento quirúrgico para revertir la incontinencia urinaria y fecal que acarrea la presión persistente de la pelvis de la mujer al dar a luz. Durante la visita, la princesa Mary y el Ministro recorrieron el centro de la sala de maternidad y la sala de operaciones, y se reunieron con algunas de las mujeres que han sido tratadas con cirugía.
El centro Delwende fue su segunda parada. Allí, aunque al otro lado de las fronteras de Europa pueda resultar anacrónico, viven alrededor de 250 mujeres que fueron acusadas de ser brujas de sus comunidades. El centro les da vivienda, alimentación, atención médica y apoyo a la reintegración. La Princesa heredera oyó algunas de las historias de estas mujeres y participó en un recorrido por las diversas actividades que se llevan a cabo en el centro, como hilado de algodón, clasificación de granos y cultivo de hortalizas.
La igualdad de derechos de la mujer, la causa por la que la princesa Mary lleva años luchando, centró su visita. La nuera de la reina Margarita, defensora de la mujer en Dinamarca y en todas partes, en su día y siempre, mantuvo un encuentro con los actores políticos de la igualdad y del desarrollo democrático del país. No faltó una velada en la residencia del embajador para la comunidad danesa que reside en Burkina antes de emprender vuelo de vuelta a casa. Antes de acabar este baile.