Este jueves Bruselas vivió la noche más desapacible de las últimas semanas. Sin embargo, ningún miembro de la Casa Real belga quiso perderse la Apertura de la Real Academia Militar, ya que este año era especialmente significativo, ya que entre los alumnos está la princesa Elisabeth de Bélgica. Sus padres, los reyes Felipe y Maltide, y sus tres hermanos, los príncipes Gabriel, Emmanuele y Eléonore, quisieron arroparla en un día muy significativo para esta cadete en prácticas que inicia una nueva etapa en su formación después de una fase de iniciación de cuatro semanas de las que el palacio compartió unas imágenes en las que se podía ver todo lo que la “mili” le está enseñando.
Fue el pasado mayo cuando se anunció que la Heredera entraría en la Academia Militar, convirtiéndose así en la primera mujer de la Familia Real en recibir educación castrense. Cinco meses después, se puede ver a una Princesa totalmente distinta a la que habíamos visto hasta ahora. Su padre, el rey Felipe de los belgas, la mira con un orgullo que no puede ocultar, y ella recibe el gesto con una pose muy distinta, representa al Ejército de su país y su postura lo trasmite. El pasado 25 de septiembre recibió su boina azul de manos de su padre, que señala que había completado con éxito su primera parte de formación y que ahora podría comenzar un año de formación más exigente.
La Princesa está marcando los pasos de la nueva generación de la Familia Real y, en parte, también de las futuras reinas de Europa, ya que ella encabeza por edad una lista en la que están la princesa Leonor, Amalia de Holanda e Ingrid de Noruega. La duquesa de Brabante, que ha pasado los últimos años estudiando en Gales, en el United World College of Atlantic, comienza ahora una nueva etapa en su formación que se extenderá hasta julio de 2021. En el calendario tiene ya marcado un baile en la Academia Militar en abril y en julio dedicará un mes a un campamento de verano, ese mismo mes se celebrará un desfile frente al Palacio Real que también promete ser de lo más emocionante y una semana después será por terminado el curso.
La Princesa tendrá ahora una agenda que arranca cada día a las seis en punto de la mañana, tras el saludo de la bandera comenzará una jornada con materias comom Ética, Sociología, Pensamiento Crítico, Matemáticas, Informática y Alemán en el primer semestre. En la segunda parte del curso, Psicología militar, habilidades de presentación académica, historia militar, métodos de investigación, alemán, gestión de la información y electricidad. También tiene que destinar cinco horas a la semana a hacer deporte. Durante los fines de semana podrá volver a casa y tendrá una noche libre a la semana hasta la una.
En esa noche su padre recordó, ante ella, y el resto de sus compañeros, que los pilares básicos del Ejército son el sentido del honor, la autodisciplina, el compromiso, el coraje y el respeto. “Son valores atemporales, vívelos plenamente. Sabiendo que, en la vida como en el campo de batalla, lo importante no es no caer nunca, es saber levantarse siempre y aceptar una mano extendida”, afirmó el soberano.
Terminado el acto de apertura del curso académico, la ceremonia se trasladó a la explanada del Parque del Cincuentario de Bruselas donde el Rey de los belgas pronunció un discurso y concedió el máximo galardón que se puede otorgar a un oficial de su rango (La Espada del Rey) al segundo teniente Thibault Expeels por el desempeño de sus tres años de estudio.
A pesar del frío y de la última polémica -el caso de paternidad que Delphine Boël, ya considera princesa de Bélgica acaba de ganar tras una largísima batalla-, Alberto de Bélgica no quiso perderse la cita y ocupó un lugar junto a sus nietos. La reina Paola también estuvo con ellos en una noche clave para la princesa Elisabeth y de máxima relevancia para el Ejército del país.