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El príncipe Hadrien de Croÿ-Roeulx, de 32 años, perteneciente a la aristocracia belga, contrajo matrimonio en Montreal con Jacqueline Ariadne-Desmarais, de 23 años, nieta del antiguo presidente del gobierno canadiense Jean Chrétien y de Paul Desmarais, un empresario canadiense con negocios en Bélgica
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Alrededor de 750 invitados, entre ellos el ex presidente francés Nicolas Sarkozy y el hombre más rico belga Albert Frère, fueron testigos del ilusionado sí, quiero de los novios en la Catedral Marie-Reine-du-Monde de Montreal
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La isla Saint-Hélène, alquilada para la ocasión y acordonada con grandes medidas de seguridad, se convirtió en el escenario de la fiesta nupcial
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El diario canadiense Le Journal de Montréal calificó estas nupcias de cuento de hadas como "la boda del año"
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Los novios llegaron a la iglesia en un Rolls-Royce Phantom de los años cuarenta
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El cantante Garou y su novia, Stephanie Fournier
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