Una semana después de pasar el puente de la Constitución en Málaga con la Reina Máxima, Guillermo de Holanda ha vuelto a visitar España este fin de semana. Pero no con su mujer, tal y como se ha publicado, sino con dos de sus tres hijas: Amalia, la heredera al trono, quien precisamente cursó parte de sus estudios universitarios en Madrid, y Alexia, la mediana. Según ha podido saber ¡HOLA!, el Rey y las princesas llegaron a la capital el sábado 14, por la tarde, y se alojaron en el Hotel Santo Mauro. Allí ya estaban hospedados Federico y Mary de Dinamarca, quienes habían llegado en la tarde del día anterior —la del viernes 13—, con la princesa Isabella.
Tal y como adelantó Informalia y confirma ¡HOLA!, este cónclave de Reyes tenía una explicación: el cumpleaños de un miembro de los Baumbach, familia alemana que posee el imperio farmacéutico Boehringer Ingelheim y que amasa una fortuna estimada en casi cincuenta mil millones de euros —se sitúa entre las veinte más ricas de todo el planeta—.
Guillermo y las princesas Amalia y Alexia llegaron por la tarde del sábado casi con el tiempo justo, ya que, a las 19 horas del mismo día, partieron hacia el lugar de la celebración, la finca Soto Mozanaque, propiedad de Ioannes Osorio, donde se dieron cita aristócratas, políticos y empresarios de toda Europa. Por ejemplo, la duquesa de Medinaceli; Pablo Hohenlohe, con María del Prado y las dos hijas del matrimonio, o parte de la familia de Juan Abelló y Anna Gamazo. La fiesta se llevó a cabo con fuertes medidas de seguridad y transcurrió en la más estricta intimidad.
Ya el domingo 15, antes de comer, Guillermo de los Países Bajos y sus hijas se dirigieron al aeropuerto de Barajas, para regresar a su país. Allí, el Monarca portaba algún que otro recuerdo del cumpleaños, así como una bolsa de una conocida tienda de la calle Juan Bravo, especializada en ropa de caza. Poco antes, se habían ido los Reyes Federico y Mary de Dinamarca, que también hicieron compras en la Milla de Oro.
La visita familiar del Rey Guillermo ha coincidido con una noticia preocupante: según el periódico alemán Bunte, el acosador de la princesa Amalia —por el que se instaló en Madrid el pasado curso— ha sido puesto en libertad. En 2016, Wouter G., un exmilitar sin hogar, empezó a enviar mensajes "violentos, sexuales y aterradores" a la heredera. Incluso llegó a colarse en la residencia en la que antes vivía la Familia Real. Por su parte, la visita de Federico de Dinamarca con su familia a Madrid también ha generado cierto revuelo, al tratarse de la misma ciudad en la que el monarca fue fotografiado con Genoveva Casanova, hace un año.