La tranquilidad de Alberto II de los belgas durante sus vacaciones en el sur de Francia se ha visto alterada por un incidente relativo a la salud. El padre del actual jefe del Estado pasaba unos días en su residencia de la Costa Azul acompañado de la reina Paola y a principios de semana se encontró mal y sufrió una caída. Así lo ha confirmado la portavoz del palacio Lore Vandoorne, quien ha dado más detalles de este percance al diario Het Laatste Nieuws: "Un médico lo visitó, pero no fue hospitalizado. Su estado nunca fue grave. Se encuentra bien".
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Desde la Casa Real cuentan, como signo de buena evolución, que el anterior monarca belga pudo hacer la tarde del miércoles una videollamada con su nuera, la princesa Claire, quien estaba en la ciudad de Verviers participando en un acto oficial relacionado con la fundación Reina Paola. Para compartir con ella los detalles de esta cita, la llamó y tenía sentado al lado a su marido, que parecía estar de buen humor según han indicado los allí presentes. Además, Alberto II ha recibido la visita de su hija, la princesa Astrid. Fue vista a comienzos de semana en Francia pero, según fuentes oficiales, era un viaje que tenía planeado con anterioridad al percance y ya ha regresado a Bélgica para continuar con sus compromisos.
Este bache en su salud no cambia los planes que tiene para celebrar un importante acontecimiento que promete reunir a toda la familia: su 90 cumpleaños, cifra a la que llegará el próximo 6 de junio. "Se están planeando algunas celebraciones para su 90º cumpleaños, incluida una fiesta para amigos en el castillo Belvédère (es la residencia oficial de Alberto II y Paola de los belgas, en la localidad de Laeken). Estas celebraciones no se verán afectadas", han confirmado desde Palacio.
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Por el momento, Alberto y Paola de los belgas permanecen en su refugio galo, situado en la pequeña localidad de Châteauneuf-Grasse, donde hay poco más de 3.000 habitantes. Esta casa de campo, situada a 12 kilómetros de Cannes y a 30 de Niza, fue adquirida en 1990 por los padres del actual monarca, quienes pagaron entre 10 y 15 millones de euros. Además, tiempo después compraron otros terrenos colindantes para ampliarla, habiendo actualmente una casa solo para invitados y otra para el personal y el equipo de seguridad. Fue el rey Balduino quien quedó prendado de la finca al verla durante un paseo a caballo.
Alberto de los belgas, que estuvo ingresado el pasado verano por una infección en la sangre, apareció públicamente por última vez en la catedral de Bruselas celebrando la Semana Santa. Además, el 17 de febrero acudió con el resto de miembros de la Casa Real a la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, donde se reúne anualmente para acudir a un servicio religioso en memoria de los miembros fallecidos de la familia, cuyas criptas están situadas en el templo. En 2022 esta cita generó una gran expectación ya que fue la primera vez que vimos en un acto público a la princesa Delphine con Alberto II y la reina Paola. Dos años antes había sido reconocida legalmente como hija biológica del anterior monarca de los belgas.