Felipe de Bélgica y su hija mayor, la princesa heredera Elisabeth, han mantenido este domingo un agradable encuentro con el expresidente norteamericano Barack Obama en el Castillo de Laeken. Se trataba de un visita informal por parte del antiguo mandatario estadounidense, tal y como se informó desde Palacio, tras ser invitado por el monarca a su residencia oficial con motivo de la visita del político al país centroeuropeo para participar en un congreso tecnológico.
La Casa Real belga difundía la imagen donde el soberano y su primogénita posaban con el exlíder del partido demócrata, los tres muy sonrientes frente a la cámara en uno de los salones de esta histórica construccion que data del siglo XVIII. Para dicha cita, la número uno en la línea de sucesión apostaba por un elegante conjunto de chaqueta y pantalón de color azul oscuro, un look perfecto que refleja una vez más su exquisito gusto a la hora de elegir los estilismos en cada ocasión.
La joven 'royal' de 22 años, que está llamada a ser reina algún día de su país, sigue cobrando cada día mayor protagonismo y un papel muy destacado en los actos de la Corona. Aunque actualmente vive en Reino Unido por sus estudios de Historia y Política en la Universidad de Oxford, no descuida en absoluto sus deberes con la institución a la que representa. Así, su presencia en esta reunión amistosa con Obama se debe a que disfruta de unas minicaciones académicas, unos días de descanso en los que puede estar con su familia.
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No es la primera vez que el jefe del Estado y el exmandatario se ven las caras, puesto que ya ocurrió en 2014 cuando el segundo viajó a Bélgica por la cumbre del G7 que se celebró en Bruselas aquel año mientras estaba al mando del ejecutivo norteamericano (gobernó de 2009 a 2017). Tras su encuentro de este fin de semana, Barack asistía al festival SuperNova celebrado en el teatro Studio 100 de la localidad de Puurs, en la provincia de Amberes.
El expresidente de Estados Unidos era sin duda el principal reclamo y la estrella del evento, donde ofreció una charla-conferencia sobre los desafíos globales a los que nos enfrentamos y su visión para el futuro. Era una especie de mesa redonda con un entrevistador, el popular actor y presentador Gert Verhulst, ante un público entregado de unas 1.800 personas que ovacionó al invitado nada más verlo aparecer sobre el escenario y en cada una de sus intervenciones.
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Con una duración de poco más de una hora, el ahora productor de cine (Dejar el mundo atrás en Netflix) de 62 años también hizo mención a diferentes aspectos de su vida personal. En este sentido, recordó uno de los episodios más duros y dolorosos de su infancia como fue el hecho de apenas conocer a su padre (que abandonó su hogar siendo Obama un niño), por lo que siempre sintió que tenía que demostrar su valía. "Yo era un poco un chico malo y menos mal que entonces no había 'smartphones' para grabarlo, bromeó.
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